El libro que usted lee no es uno típico...se disfraza “de”, pero no lo es...
A ratos juega a ser máquina del tiempo
¿te lleva al futuro?no...no de ese tiempo, sino más bien de ritmos
te muestra un tiempo distinto para los que vivimos en ciudades,
aunque sea una pequeña como Coyhaique
...los Trapananda nos cantan que “...y la cara de pueblito, de ciudad se maquilla-
ba...”
y siempre me ha sonado tan bien, pero como todo, tiene al menos otro lado...
este querer ser ciudad a muchos nos ha removido del ritmo rural en que crecimos
y nos ha imbuido en los tiempos del “Chile moderno”...”jaguar”...
en querer ser Santiago, que a su vez quiere ser Manhattan,
llevando a muchos a la disincronía de la que habla el surcoreano Byung-Chul
Han...
Pero este libro nos muestra otra posibilidad...nos lleva a otro tiempo,
a uno donde el compás lo pone una sucesión de actos cotidianos necesarios que
dan un sentido concreto y funcional,
nos muestra una sociedad donde el ambientalismo no es moda, sino una
respuesta lógica a su escenario donde la comodidad no se da por sentada:
no es obvio que saldrá agua cuando se abra la llave, y si falta algo no es cosa de ir
a la esquina a comprar...
hablamos de ruralidad invisibilizada a ratos, pero que se resiste a dejar de existir,
donde hay que plani car, hay que ordenar “se”...
entonces tenemos que tomar decisiones hoy para tener comodidad en el futuro,
desde mantener la red de agua, preparar la siembra, arreglar cercos, hacer
queso...
ya no es la cultura de lo desechable, sino que se re-usa,
el chaleco se desteje y cobra vida en otra prenda o pieza utilitaria...
el regalo para el ser querido no se compra, se fabrica,
y con esto estamos regalando “nuestro tiempo”,
que según Séneca es lo único que podemos a rmar que es realmente nuestro...
entonces en ese regalo también va un pedacito de nosotros, porque está nuestro
tiempo, que es lo único que no podemos recuperar...Tanto se habla de identidad y patrimonio hoy en día, y en buena hora...
pero por lo mismo, también es más frecuente ver su uso de manera liviana...
en este libro sin hablar de esto, creo que las autoras han ido dando señales de esa
identidad/identidades, con sus propias medidas de tiempo, como hablar delPrológo