Con la constancia
de un río
Los bordados de Margarita Baigorria hace ya un tiempo
encontraron la manera de darse a conocer: alegres paños
bordados han estado expuestos de manera permanente en
el restaurante de Cochrane “La Isla”, por donde pasan
muchos visitantes. Estos también llevan bordadas frases de
resistencia ambiental, que acompañan ramos en contrastan-
tes colores, dotados de minuciosos detalles interiores y
flores más pequeñas equilibrando el conjunto.
“Que siga el Baker tan libre como fue siempre, sin represas”,
declara Margarita. Con la misma constancia con la que corre
este río, se desarrolla el oficio del bordado en su día a día.
“Llevo toda una vida bordando”, afirma. Ciclo continuo de
aprendizaje, en el que sus manos –con los años más arruga-
das y aún más talentosas– han ido adquiriendo la precisión
justa. Los ojos han afinado la mirada y los recuerdos han
tomado forma, haciéndose puntada con ayuda del hilo, para
transformar todo en una composición.