—Señor Caluti... —Lucas tomó un objeto de una mesa larga,
expresando asombro y curiosidad—. ¿Qué es esto?
—Eso es un arma de fuego.
Ambos se encontraban en una habitación de máxima seguridad
dentro de la farmacéutica. La estructura del lugar era doblemente más
segura que el resto del edificio subterráneo, y había una sola forma de
acceder allí; pues se ingresaba por medio de un ascensor destinado
únicamente para el personal autorizado. Se habían reunido con el fin de
planear su ataque contra la SCG, el cual sería al día siguiente.
También estaban ahí Kun, Lu, Magnus, y varios militares que
observaban todo lo que había encima de la mesa, en cuyo centro se veía un
botón azul ovalado. La habitación era una especie de bóveda con casilleros
en dos de las cuatro paredes, y con una tercera pared completamente vacía.
—Hmmm... Ya veo —Lucas no tenía idea de lo que estaba tocando.
Entonces cogió otra de las armas—, ¿y esto?
—Esa es una ametralladora. —Caluti tomó dos cosas de la mesa, y
añadió—: Escuchen. Esto que tengo en mi mano izquierda es una granada;
es un explosivo muy potente, y lo que ven en mi mano derecha se llama
dinamita; con ella podríamos derrumbar todo el edificio de la SCG.
Lucas estaba cada vez más asombrado por todo. Lu permanecía en
silencio con los brazos cruzados y bastante serio. Kun, movido por la
curiosidad, tomó un objeto alargado de la mesa y apuntó en dirección a
Lucas, diciendo: señor Caluti, ¿qué es esta cosa?
—Cuidado adonde apuntas con eso, muchacho. —Él se acercó a
Kun y le arrebató lo que tenía en sus manos—. Esto es una bazuca, y
literalmente puede matarnos a todos aquí dentro.
Magnus tosió para que lo escucharan y dijo: jóvenes, lo que están
observando y palpando con tanta curiosidad, es tecnología de nuestros
ancestros; son armas del mundo antiguo.
—¡¿Quéé!? —exclamó Lucas soltando sorprendido la ametralladora
y dejándola caer al suelo.
El rostro de Lu se tornó mucho más serio. Entonces, preocupado,
dijo: pensé que fabricar armamento del mundo antiguo estaba prohibido.