—Encontré un artículo; es de un medio de comunicación... Te leeré
lo que redactaron: un niño llamado Uriel Salik sufrió un grave accidente
vehicular, en el que lamentablemente perdió la vid...
Ella dejó de leer. Volteó la mirada hacia Sam, quien estaba llorando
en silencio; sus lágrimas dejaban pequeñas gotas en el suelo.
—Oye, Samuel... —Ella sintió empatía—. Ese niño... era un familiar
tuyo, ¿verdad?
—Era mi hermano pequeño. Yo... me llamo Samuel Salik, y Uriel...
¡Él murió por mi culpa!
Sam le relató todo lo sucedido. Ella lo escuchaba atentamente sin
decir nada. Por mucho tiempo Samuel estuvo cargando con toda esa culpa,
pero, al expresar todo lo que sentía... quitó ese gran peso de su corazón.
Después de haber permanecido en silencio por un largo rato,
Esmeralda finalmente habló.
—En una ocasión leí un libro... y me llamó la atención una frase que
decía: “La vida es sinónimo de sufrimiento, y aquellos que no estén
dispuestos a aceptar eso... no tienen derecho a vivir, ni a traer hijos al
mundo. A esa clase de personas, solamente le esperan angustia y
decepción... más dolor y más sufrimiento”.
Ella se puso de pie, volteó y se quitó parcialmente la blusa, llevando
su cola de caballo hacia el frente. Entonces dejó ver su espalda desnuda. Él
estaba atónito por lo que observaba. Tenía los ojos rojos debido al llanto,
pero aun así su visión no estaba distorsionada; Samuel veía claramente un
montón de cicatrices llenando la espalda de Esmeralda.
—¿Qué... te pasó?
Ella, después de cubrir nuevamente su espalda, se sentó a su lado y
comenzó su relato.
—Hace mucho tiempo, cuando todavía era pequeña, mis padres me
torturaban de manera constante. Ellos decían que yo debía desarrollar la
capacidad de regenerarme, o algo por el estilo. Yo no entendía nada, no
sabía por qué tenía que sufrir de esa manera. Así que para escaparme de esa
realidad de mierda, me refugié en los libros y me desahogaba estudiando.
››También admito que leía muchas novelas de detectives y me
gustaba jugar a descubrir al culpable. Esto me ayudó de alguna forma y me