El Raxán abrió más el ojo al sorprenderse por su respuesta.
—Así que ya recuerdas todo.
—Sí. Soy hijo de Declan Dezval y Nora Brits. Mi verdadero nombre
es Morgan Dezval. Fui sometido a diversos experimentos luego de haber
sido engañado por Arturo Caluti. Ese hombre me mintió fingiendo ser mi
padre cuando desperté en un hospital. Yo no caí por las escaleras, sino que
terminé allí debido a un accidente vehicular.
››Toda mi familia murió en dicho percance. También recuerdo que
tenía una hermana llamada Cloe Dezval, quien era dos años menor que yo.
Por otro lado, no estoy completamente seguro, pero sospecho que Arturo
Caluti no se llama así realmente... sino que su verdadero nombre es Francis.
Boldort sonreía satisfecho e impresionado; era como si acabase de
presenciar algo histórico.
—Muchacho, estás en lo cierto. Ahora que tú ya tienes la mitad de
la información, yo me encargaré de brindarte el resto, pero... —El Raxán
miró en dirección al baño—. Primeramente, los tres deben ducharse y
también quiero que coman algo... porque la historia que les relataré será un
poco larga.
Ellos asintieron y Sully empezó a moverse, entregando ropas a cada
uno. Morgan y Esmeralda caminaron inmediatamente hacia las duchas.
Samuel tardó un poco más en reaccionar, pero fue detrás de ellos luego de
titubear unos segundos. Volvieron después de treinta minutos. Los tres
llevaban puestos pantalones, remeras y pantuflas de color gris.
—Ahora se ven bastante mejor, diría que más descansados. Al
parecer la ducha les sentó bien. —Boldort sonrió—. Por cierto, las ropas
que tienen son para dormir; fueron confeccionadas por Sully. Ella lo hizo de
manera a que las prendas les brindaran la mayor comodidad posible.
››Ahora coman. Los recipientes tienen reguladores de temperatura,
así que la comida ni siquiera se enfrió. Tienen carne y verduras. Necesitarán
muchas proteínas y carbohidratos para la misión de mañana. También
pueden beber los jugos de frutas naturales. Yo ya he cenado, pero con gusto
les esperaré. Sin embargo, beberé un poco de vino para relajarme.
Todos se sentaron en la mesa, incluyendo Boldort. El ambiente entre
ellos ya no era tan tenso. Aunque Sam se veía un poco triste, ya que la