pero emocionalmente eres muy inestable, esa es una desventaja y nosotros
no queremos imprevistos.
››Ha sido un gran avance el hecho de que ya no necesites los
auriculares para contenerte, pero debes entender que te falta autocontrol.
Kun y Lucas, apenados, bajaron sus cabezas mirando al suelo.
—Hemos concluido que Lu es el más apto para asumir esa
responsabilidad, siempre se ve calmado y serio. Él podrá tomar decisiones
importantes sin dejarse llevar por la situación.
››Quizás no se note mucho, pero este chico de ojos azules y cabello
largo, es bastante observador y analítico. Así que, muchachos, espero que
todos puedan comprender mi decisión.
—Entendido, señor —dijeron los tres al unísono.
Caluti los miró. En su rostro se dibujó una pequeña sonrisa, e
inmediatamente hizo señas a su asistente. Ella asintió y llevó una mano a su
oído, comenzando a hablar por el pequeño transmisor. La mujer volvió a
mirarlo y le dio una señal de confirmación, diciendo: ya está en camino.
El magnate puso las manos hacia atrás, y mirando en dirección al
ascensor, expresó: quiero presentarles al sexto miembro del equipo.
—¿El sexto? —preguntaron todos.
Incluso Magnus se sorprendió al escuchar esas palabras, pues nunca
supo de la existencia de otro modelo.
—¿Qu... Qué quieres decir... Francis? —preguntó atónito el viejo
canoso.
—Ya lo verá, doctor Magnus... Solo observe. —contestó Caluti
sonriendo.
Las puertas del elevador se abrieron. Todos voltearon y quedaron
estupefactos al ver que un coloso de tres metros se hallaba sentado en el
interior. Este se incorporaba poco a poco para salir de la cabina metálica. A
causa de su gran tamaño, el ascensor parecía un lugar mucho más pequeño.
Su rostro era bestial; similar a la de un gorila. Su piel, de color naranja,
tenía una textura escamosa como la de un cocodrilo.