—¿Acaso Caluti nombró a Esmeralda? —preguntó Kun todavía más
confundido. Él, activando su transmisor, dijo—: ¡Hola! ¿¡Me escuchan!?...
¡Aquí Cabello de sangre desde la azotea! ¡Solicito un reporte de la
situación! ¡Hol!... ¡Señor Calu...! ¡L...cas... Lu!
—Creo que se cortó la transmisión —comentó Nordok, oculto
dentro de la caja.
—¡Demonios! ¡Con razón nadie responde!... Iré a ver qué sucede
allí abajo —dijo a regañadientes.
—De acuerdo. Solo ten cuidado. —El coloso sonaba preocupado—.
Yo seguiré ocultándome.
Kun se dirigió con prisa a la entrada de la azotea, sin embargo, al
abrir la puerta, el chico quedó paralizado al ver que alguien estaba de pie
unos escalones más abajo. El sujeto llevaba puesto un traje militar blanco
con casco.
—¿¡Quién eres tú!? —preguntó con el ceño fruncido.
—Soy Morgan —respondió mientras desactivaba el casco y dejaba
ver su rostro.
Kun lo reconoció inmediatamente, pues, como una de sus misiones
era rescatarlo a él, Caluti les había mostrado algunas fotos suyas con
antelación. Morgan subió unos peldaños y se acercó lo suficiente al
pelirrojo como para colocar la mano sobre su hombro.
—¿Morgan... qué haces... aquí? —El chico de Carmesí estaba
intrigado y emocionado al mismo tiempo—. ¡El señor Caluti estaba
preocup...
—Caluti miente —Lo interrumpió en voz baja.
—¿Q-Qué? ¿Qué quieres decir?
El limario le resumió todo lo que sabía hasta ese momento. Le contó
acerca del pasado de Caluti y Boldort, la conexión que estos tenían con sus
padres, y le relató, a grandes rasgos, la verdadera historia de Eumaria.
Morgan mencionó la guerra de la hambruna, la masacre de los
pigmentados, y el destierro de los colosos de Astoriu. Le aseguró, además,
que Caluti asesinó a la familia de Esmeralda. Kun tenía los ojos bien
abiertos; escuchaba incrédulo todo lo que le decía Morgan, quien continuó
explicando.