Morgan frunció el ceño recordando ese momento. Él apretaba los
puños para contener su ira.
—El abogado logró alcanzarla cerca del edificio en donde tú te
alojabas. Al parecer, ella buscó refugiarse en ti en esa ocasión. Bueno, eso
es normal considerando el hecho de que ya la habías salvado la primera vez.
››El sujeto la asfixió hasta lograr que esta se desmayara, pero, en su
desesperación, no tuvo mejor idea que incriminarte. Así que la llevó hasta
tu habitación y le hizo un corte profundo en el brazo para que pareciera un
asesinato hecho por ti.
El limario escuchaba atentamente a Caluti mientras recordaba las
últimas palabras de Bárbara. Entonces pensó.
Ahora entiendo por qué ella conocía al asesino; ese día en la
reunión... nosotros nos habíamos sentado frente a ellos.
Pero algo no cuadraba para el joven.
—¿Cómo es que ese hombre logró abrir la puerta de mi habitación?
—Yo le había dado una copia de la llave. Lo hice en el caso
determinado de que necesitara borrar alguna evidencia comprometedora
con respecto a la gresca.
—Tu plan no funcionó; él terminó incriminándome.
—Lo sé, por esa misma razón ese abogado murió al día siguiente, y
su cadáver terminó en un contenedor cerca de Carmesí. Realmente odio
cuando mis planes no salen como quiero.