pertenece a cientos de pigmentados que asesiné con la ayuda de Kun y
Lucas.
Samuel quedó impactado al escuchar eso.
—No sé por qué lo hiciste, pero, si has tenido que tomar esa
decisión tan difícil... —Morgan suspiró profundamente—. Estoy seguro de
que tuviste una buena razón para hacerlo. Así que, por favor no te sientas
culpable por lo que has hecho.
››Tú mismo fuiste testigo de la cantidad de gente que murió allá
afuera, y conociéndote..., posiblemente mataste a alguien que se lo merecía.
El joven comenzó a tranquilizarse poco a poco, y después de
respirar de manera pausada y profunda, este cambió su semblante.
—Sí, el hombre a quien asesiné era un monstruo.
—¡Bien! ¡Desde ahora ya no más lamentos! —dijo animándolo y
extendiéndole el brazo.
Samuel también tendió la mano, dejando que lo ayudara a
incorporarse. En ese momento Morgan se quitó el brazalete de la muñeca y
lo lanzó a un costado. Entonces la robot Lara comenzó a limpiar el brazo
del limario, luego se dispuso a asear la pulsera y el piso manchado. Morgan
abrazó a sus amigos justo después de que Lara terminara de limpiarlo.
—¡Esmeralda! ¡Sam!... ¡Estas últimas horas fueron una locura!
—¡Morgan!... ¡Apestas! —Se quejó ella con asco e intentando
despegársele.
Él tomó su comentario con gracia.
—¡No te quejes, mujer!... Hemos peleado sin descansar por dos días
seguidos. ¡Realmente eran demasiados presos! Y también debes admitir que
nos llevó más tiempo terminar la misión por tu culpa.
››¡Fue realmente tedioso destruir todas las cámaras de las calles, y
luego remplazarlas con las que tú diseñaste!
—Les ordené que hicieran eso para protegerlos, tonto, pues había
una gran posibilidad de que Caluti los estuviera observando —explicó ella.
Morgan se tornó serio nuevamente, luego se apartó de ambos y miró
a su amigo.