El grupo se reunió nuevamente en la sala de control después de unas
horas. Návila se había puesto una campera negra de cuero, un pantalón azul
oscuro y botas negras. Todo ese conjunto, además de quedarle bastante
bien, le daba un toque de genialidad a su hermosa figura, tanto que Belton
no pudo evitar halagarla cuando la vio.
—Luce muy linda, señorita —comentó el agente con sinceridad.
—Muchas gracias, oficial —contestó Návila con una amable y
tierna sonrisa.
El policía se sonrojó por esa simple respuesta, y justo en ese instante
se dio inicio a la segunda reunión.
—Muy bien, levanten la mano los que estén a favor de derrotar a
Caluti —sugirió Esmeralda mientras miraba a cada uno de los miembros.
Ella advirtió con mucha seriedad—: Sin embargo, deben entender que ya no
habrá marcha atrás una vez que tomen su decisión.
Morgan, Kun, Samuel y Návila, elevaron las manos. Esmeralda
frunció el ceño reprobando la decisión de Sam.
—Entendido. Ahora levántenlas los que estén a favor de ir al búnker
de Astoriu —expresó ella alzando su mano.
Cleman, Lucas y Lu fueron quienes optaron por acompañarla hasta
allí. Esmeralda suspiró y comenzó a hablar.
—Ya han tomado una decisión, y espero que no se arrepientan en el
futuro. El agente Belton se quedará aquí con la familia Socich y la hermana
de Morgan.
››Este es el lugar más seguro que disponemos. Desde ya, les
comento que hace como una hora dejé de recibir información de las demás
regiones en mi nube.
››Eso significa que estamos completamente a ciegas. Según lo que
nos reportó el señor Zilak, tanto en Gani como en las demás ciudades del
sur, todo marchaba a la normalidad. El hombre también nos informó que
había cierta incertidumbre en las personas.
››Debido al repentino cese de información, deduzco que esa
superflua normalidad ya ha cambiado, y posiblemente ya inició el asedio de
Caluti.