—¡Alerta a todas las unidades! ¡Tenemos un código rojo! —Se
proclamaban por las radios de los policías—. ¡El sospechoso es un joven de
aproximadamente veinte años! ¡Tiene el cabello gris y los ojos del mismo
color! ¡Viste el uniforme de la universidad Atle! ¡Es muy peligroso! ¡Repito
a todas las unidades! ¡El sospechoso es muy peligroso! ¡Se ordena la
contención inmediata del sujeto!
El rostro de Morgan se exhibía por las pantallas de los edificios y de
los dispositivos móviles, con la descripción: MORGAN CALUTI,
BUSCADO.
Unos minutos antes de que se diera la alarma de búsqueda, Morgan
había salido de la universidad corriendo sin descanso. Atravesó ocho calles
y logró camuflarse entre la multitud. Una vez que pudo alejarse lo
suficiente de las personas, entendió que debía pensar en algo. Él sabía que
el departamento de policías ordenaría su detención inmediata. Si eso
ocurría, la sociedad estaría en constante alerta e inevitablemente sería
atrapado.
Esa fue la primera vez que Paronia atravesaba tal situación. La isla
era muy segura y allí se jactaban de tener la cárcel de detención temporal
más avanzada de la nación, sumado al hecho de que nunca habían tenido
que lidiar con un criminal suelto. Sus habitantes asumían que ese tipo de
cosas ocurría solo en las regiones en desarrollo del noroeste.
El chico caminaba con dificultad y le faltaba el aire de tanto correr,
pero de repente vio un vehículo de policía acercándose hacia a él, así que
rápidamente entró a un callejón y se escondió detrás de un contenedor de
basura. Los policías continuaron con su patrullaje sin poder verlo. Morgan
estaba muy asustado. Se sentó en el suelo para descansar y recuperar el
aliento.
En ese momento apoyó su espalda contra el basurero mientras
luchaba consigo mismo para contener sus lágrimas. Sin embargo, la
situación era demasiado para él, así que de impotencia explotó en llanto
mirando sus manos manchadas de sangre, lo cual hizo que recordara a
Bárbara; ya que aquellas manchas rojas que cubrían sus manos y su ropa le
pertenecían a ella.