PLAN DE CHOQUE
Miércoles 18 marzo 2020Expansión 13
Equilibrio final entre la moratoria
de créditos y avales públicos
MEDIDAS DE EXCEPCIÓN/ Los bancos no tendrán que hacer provisiones por las refinanciaciones y pagos
aplazados al ser obligatorios por ley en determinadas condiciones establecidas por el Gobierno.
El Gobierno ha decidido, por
fin, coger el toro por los cuer-
nos para enfrentarse directa-
mente a los problemas econó-
micos de la crisis del corona-
virus y lo ha hecho de acuerdo
con los agentes sociales (sin-
dicatos y patronal) y con el
sistema financiero en lo que le
afecta en la necesidad de que
ninguna empresa o particular
tenga problemas de liquidez
como consecuencia del parón
temporal de la economía.
Junto con las decisiones
para facilitar los ajustes tem-
porales de empleo, la percep-
ción del subsidio de desem-
pleo y el aplazamiento de las
cuotas a la Seguridad Social, el
Consejo de Ministros aprobó
ayer abrir una importante lí-
nea de avales (100.000 millo-
nes) que proporcionará el
Instituto de Crédito Oficial
(ICO) que se complementará
con una cantidad similar que
aportarán los bancos para que
no haya problemas de liqui-
dez. Junto a ello, en condicio-
nes que aún están por concre-
tar, se establece una morato-
ria hipotecaria de un mes pro-
rrogable en la medida en que
lo sea el decreto de Alarma
Nacional, para las personas
que se queden sin empleo o
vean reducidos sus ingresos.
Al final parece que se ha lle-
gado a un acuerdo intermedio
entre quienes querían que el
protagonismo casi absoluto lo
tuviera el Estado mediante un
volumen de avales casi ilimi-
tado, como ha hecho Alema-
nia, y quienes no querían que
el déficit público se disparara
más allá de una cifra razona-
ble que nadie quiere ahora de-
finir exactamente.
La reacción de los respon-
sables del sector financiero ha
sido de apoyo a las decisiones
del Gobierno, entre otras co-
sas porque la posición inicial
de la banca era que el ICO
avalara hasta 50.000 millones
de euros, y la resultante es que
el ICO podrá dar hasta
100.000 millones de euros.
Los otros 100.000 millones de
los que habló el presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, los
pondrán los bancos (práctica-
mente ya han anunciado estos
días su disposición a propor-
cionar una cantidad cercana y
además han acudido a la pri-
mera subasta extraordinaria
de liquidez del BCE) que, si se
quejan de algo es de que “in-
cluso cuando ayudamos a sal-
var al país nadie nos cita di-
rectamente y se habla del sec-
tor privado en lugar de decir
que es la banca quien va a po-
ner esos recursos”.
Lo que antes del fin de se-
mana parecía una pelea abier-
ta entre una parte del Gobier-
no y otros actores económi-
cos se ha saldado con un ar-
misticio sobre la base de que
“estamos en una situación ex-
cepcional” que exige decisio-
nes de este estilo en todos los
niveles. No se recoge en nin-
guna disposición, pero es evi-
dente que las cuantiosas refi-
nanciaciones (empresariales
y a las familias) que los bancos
van a llevar a cabo en las pró-
ximas semanas estarán exen-
tas de tener que hacer frente a
provisiones para cumplir con
las actuales normas contables
que así lo exigen.
La explicación que se da es
que no puede pedirse a los
bancos que por cumplir una
disposición legal –deben con-
ceder créditos y aplazar pagos
para evitar problemas de li-
quidez– se les exija, además,
que hagan provisiones por las
posibles pérdidas futuras que
esos aplazamientos generen.
Si alguna compañía, o parti-
cular, en el medio plazo, no
cumple con sus obligaciones
de pago cuando le sean exigi-
bles, será el momento enton-
ces de que empiecen a hacer
provisiones.
Pero mientras tanto las
cuentas de resultados de los
bancos solo reflejaran el he-
cho de que no se hayan paga-
do las cuotas comprometidas
pero nada más. No será poco
en todo caso. Sirva como
ejemplo que Santander ha
anunciado que previsible-
mente su beneficio se reduci-
rá en un 5% este año por esta
crisis sanitaria.
El Gobierno ha echado un
cable importante a las empre-
sas, bancos o no: ha reforzado
la normativa para evitar, ante
la caída de las cotizaciones,
que inversores extracomuni-
tarios puedan hacerse con el
control de empresas conside-
radas estratégicas.
Sucursales de bancos en Madrid.
JMCadenas
Los
inversores
huyen
de los CoCos
de la banca
R. Smith/S. Morris/F T
El precio de la deuda de los
bancos europeos de más alto
riesgo (CoCos) cayó en pica-
do el lunes, cuando los inver-
sores se apresuraron a vender
los bonos que son los prime-
ros afectados cuando la banca
está en crisis.
Una de las entidades peor
paradas fue Deutsche Bank,
cuyos bonos AT1, sufrieron
importantes pérdidas. Los re-
guladores introdujeron los
bonos AT1 después de la crisis
financiera para reforzar los
balances de los bancos. Son
instrumentos similares a la
renta variable, con cupones
elevados y vencimientos per-
petuos, por lo que los bancos
no necesitan amortizarlos.
Aunque el año pasado los
CoCos fueron de los activos
de renta fija más rentables
(casi un 18%, según el índice
ICE de Bank of America), los
inversores se enfrentan a
grandes pérdidas en 2020.
Según un gestor de hedge
fund, aunque los precios de
muchos bonos AT1 son atrac-
tivos, bajarán más si los gran-
des fondos tienen que vender
grandes cantidades de CoCos
esta semana: “Algunos de es-
tos fondos de CoCos bajarán
entre el 12% y el 15%. Enton-
ces empezarán realmente las
retiradas de capital”. Los in-
versores se han apresurado a
comprar CDS para proteger-
se de las pérdidas derivadas
de bonos bancarios.
ANÁLISIS por Salvador
Arancibia
Andrés Stumpf. Madrid
La primera barra libre de li-
quidez del Banco Central Eu-
ropeo (BCE) de la crisis del
coronavirus es una realidad.
Los deseos de la autoridad
monetaria de inyectar recur-
sos al sistema bancario para
mantener el flujo de crédito a
la economía real paralizada
han encontrado respuesta en
el sector. Los bancos han es-
cuchado la llamada de la ins-
titución que lidera Christine
Lagarde y han solicitado casi
110.000 millones.
Se trata de la mayor de-
manda de liquidez de la ban-
ca desde 2011, según los regis-
tros que mantiene el propio
BCE. Hasta 110 entidades
han participado de la subasta
de acceso al préstamo del
BCE, que presenta un interés
anual del -0,5%. Es decir, las
entidades obtendrán benefi-
cio por el simple hecho de pe-
dir dinero al organismo.
Estos recursos no tendrán
que devolverse hasta el 24 de
junio, fecha en la que el orga-
nismo tendrá listo su verda-
dero estímulo: inyecciones de
liquidez masivas (conocidas
como TLTRO III) con venci-
miento a tres años y con un
interés nunca antes visto, del
-0,75%, condicionado, eso sí,
a que se mantenga el crédito,
en especial a las pymes.
“Con la barra libre de liqui-
dez el objetivo es proporcio-
nar un estímulo inmediato
que ayude a los bancos y sal-
vaguarde las condiciones en el
mercado monetario. Asegu-
rarnos de que el crédito fluye
llegará después, con las
TLTRO”, explican fuentes
cercanas a la institución euro-
pea.
Porque la liquidez conce-
dida no tiene ningún tipo de
condicionante. Los bancos
pueden captar los recursos
del BCE para otros usos que
no sean la concesión de crédi-
to, incluido el famoso carry
trade a través de la compra de
deuda pública, algo ya ocu-
rrió en el pasado con las pri-
meras operaciones de este ti-
po. En 2012, el BCE, entonces
presidido por Mario Draghi,
lanzó las operaciones de fi-
nanciación a largo plazo
(LTROs), muy similar a la ac-
tual barra libre de liquidez y
que las entidades de la zona
euro utilizaron para adquirir
bonos soberanos que enton-
ces ofrecían retornos muy
elevados.
Potenciales ganancias
Ahora el incentivo también es
significativo. La rentabilidad
del bono español a 10 años se
sitúa, tras el repunte de las úl-
timas jornadas, en el 1%. Si se
traslada tanto el interés que
paga el BCE como el del bono
a un periodo trimestral (por
ser la fecha en la que las enti-
dades deberán devolver el di-
nero a la autoridad moneta-
ria,) se obtienen tasas del
0,25%, por bono, y del 0,12%,
por el préstamo, lo que en
conjunto permite ganar un
0,37% en junio. En términos
anuales, la operación que se le
presenta a los bancos tendría
una TAE del 1,5%.
Pero las entidades podrían
hacer arbitraje no sólo con la
deuda pública, sino también
con la propia facilidad de de-
pósito del propio BCE. En un
intento por limitar el impacto
de los tipos negativos, la insti-
tución limitó la penalización
del 0,5% por dejar aparcado
el dinero en Fráncfort sólo a
aquellos volúmenes que su-
perasen en más de seis veces
el nivel de reservas mínimas
exigido. Eso deja margen pa-
ra que algunos bancos pue-
dan solicitar estos recursos y
dejarlos en el BCE tres meses
para obtener un retorno del
0,37% sin riesgo.
Las entidades
ganarán un mínimo
del 0,37%
en tres meses con
esta operación
La banca pide 110.000 millones de euros al BCE
Lagarde, presidenta del BCE.
Efe
La liquidez no tiene
condiciones,
por lo que los bancos
podrían no utilizarla
para dar créditos