Un caserío donde reina
el silencio. Esta casa
de piedra en Hondarribia
(Guipúzcoa) cuenta con
655 metros cuadrados
repartidos en un total
de tres plantas, dentro de
una gran parcela de 4.000
metros cuadrados con
vistas al monte y un jardín
donde estirar las piernas
estos días. A la venta en
Engel & Völkers, la vivienda
suma seis dormitorios,
seis baños y tres plazas
de garaje. ¿Su precio?
1,59 millones de euros.
ESPACIOS PRIVADOS REFUGIOS PARA EL ESPÍRITU
en un jardín
Los beneficios de confinarse
Nerea Serrano. Madrid
Los jardines han sigo compañeros
de fatigas a lo largo de la historia.
Desde la búsqueda de respuestas en
los jardines filosóficos en la Grecia
clásica, la espiritualidad de los pe-
queños jardines monacales en la
Edad Media o los Jardines de la vic-
toria, que surgieron en viviendas
particulares tras las guerras mundia-
les para ayudar al abastecimiento de
productos agrícolas de las familias y,
sobre todo, para aumentar su moral.
Desde la búsqueda de
respuestas en la Grecia
clásica hasta los Jardines de
la victoria del siglo pasado,
los vergeles han ayudado a
afrontar situaciones difíciles
“Nuestro estado de ánimo se ve ame-
nazado y un jardín es sin duda una
de las mejores medicinas para afron-
tar el día a día. Es un espacio conce-
bido para la contemplación, pero
también para la reflexión y la medi-
tación. A la hora de diseñarlo, perse-
guimos transportar de algún modo
al usuario a otros lugares, a otros mo-
mentos”, asegura Daniel Valera, fun-
dador y CEO de Dstudio. El paisajis-
ta recuerda que la influencia entre
las personas y los jardines funciona
en ambas direcciones. “Esta relación
ha sido objeto de estudio por gran-
des nombres, desde Rousseau hasta
Clément y es, sin duda, el telón de
fondo sobre el que se teje cualquier
proyecto”.
A la hora de diseñar un jardín a
prueba de confinamiento, Valera ex-
plica que el vergel debe estar al servi-
cio de la arquitectura y del cliente,
pero también del entorno. “Por
ejemplo, no es necesario llenar de
palmeras un jardín en Madrid para
Una hectárea de parcela privada. Chalet independiente en La Moraleja, Madrid, que supera los mil metros cuadrados
construidos y que se asienta sobre una hectárea de parcela que cuenta con un fabuloso arbolado. La propiedad,
que se distribuye en tres plantas, tiene, además de un exuberante verdor, cinco habitaciones, casa para guardeses,
piscina interior, piscina exterior, un frontón y pozo propio. Gilmar la vende por 3,9 millones de euros.