El Financiero - 03.04.2020

(Jacob Rumans) #1

(^30) EL FINANCIERO Viernes 3 de Abril de 2020
Hoy, la transparencia
puede salvar vidas
Balam, en un reciente artículo
publicado en Nexos, hacen una
disección de las capacidades de
nuestros sistemas de salud para
atender la emergencia. El punto
de partida son los recursos que se
destinan al sector y los subejerci-
cios. Ponen el dedo en la llaga.
De nuevo, los datos son llama-
tivos. El IMSS fue la institución
de salud que más gastó; aun así el
subejercicio en este rubro fue de
68%. En el ISSSTE, del 81%; la Se-
cretaría de Salud, 47%; el Ramo
33, en su clasificación de proyec-
tos de inversión en salud, el 50%.
El subejercicio no es inocuo.
Tiene un efecto sobre la capacidad
de respuesta de los distintos siste-
mas de salud, sobre todo de cara
a la pandemia. A pesar de ello,
no se sanciona. Tampoco acarrea
consecuencias si se gasta más de
lo aprobado por el Congreso en
algún rubro del presupuesto. Las
secretarías de Energía y de Bienes-
tar registraron marcados sobre-
jercicios en 2019. En países con
mejores esquemas de gobernanza
del presupuesto, esto no sucede.
Las leyes acotan los rangos en que
estas adecuaciones al presupuesto
se pueden realizar y el Legislativo
hace su trabajo: vigila. Aquí no te-
nemos ni una ni otra.
Sería deseable hacer los ajustes
normativos para que quedaran
establecidos los rangos en que se
puede cambiar un presupuesto y
que también se previeran accio-
nes frente a los subejercicios. Tan
o más relevante sería contar con
un Legislativo dispuesto a usar
las atribuciones que le confiere
la ley para servir de contrapeso y
control en materia presupuestal.
Salvo poquitas excepciones de le-
gisladores muy comprometidos, el
resto no se siente llamado a cum-
plir con esta responsabilidad.
Por eso considero que nues-
tra recién lanzada plataforma
de transparencia en infraestruc-
tura y la Mesa Multiactor que la
acompaña podrían ser de utilidad
en estos tiempos aciagos. Este do-
mingo el presidente presenta su
propuesta para enfrenar la crisis
sanitaria y la crisis económica, y
si ésta es sensata deberá consi-
derar cambios en el Presupuesto
2020 que permita una reorienta-
ción radical de recursos hacia la
salud y el amortiguamiento de las
secuelas económicas del paro de
actividades.
El gasto que se oriente a la salud
no debe permitir desperdicios, y
para acompañar el diseño y ejecu-
ción de estas medidas, sería muy
positivo que se enmarcaran en
esquemas de transparencia como
el que se propone en nuestra pla-
taforma. No sobra decir que ésta
se diseñó en código abierto para
que pueda ser replicada sin costo
por cualquier gobierno municipal,
estatal o incluso a nivel federal.
Es cierto que esta plataforma y
este esquema multiactor de inter-
vención en materia de proyectos
de inversión no está hecho para
liderazgos obtusos, que tienen
la pretensión de monopolizar el
espacio de las decisiones públicas.
No obstante, estoy segura que hay
otros que ven en este instrumento
una oportunidad de hacer las
cosas mejor, en medio de una cir-
cunstancia que les exigirá mucho.
Concluyo planteando la hipó-
tesis de que a mayor transparen-
cia y seguimiento, el subejercicio
que se presentó en 2019 hubiera
sido sensiblemente menor. En
consecuencia hubiéramos estado
en mejor condición para respon-
der a lo que se viene. En política
pública, hay consecuencias de los
errores. Mal haríamos si no apren-
demos de ellos.
E
sta semana tendríamos el
lanzamiento de la plata-
forma Infraestructura
Abierta, con el que coronaríamos
muchos meses de esfuerzo y el
anhelo de presentar a todo el país
un modelo de transparencia para
los proyectos de infraestructura
física. La plataforma se habilitó
pero, por razones obvias, sin el
evento público que habíamos
planeado.
Es conocido que en México
se invierte poco en infraestruc-
tura y se invierte mal. A causa
de la corrupción, sin duda, pero
también por falta de capacidades
para hacer una gestión ordenada
y eficiente del proceso. Una pla-
taforma de transparencia no re-
suelve todos problemas asociados
a la mala gestión de los proyectos
de inversión, pero ciertamente
ayuda a que las cosas se hagan
mejor. En Infraestructura Abierta
se hará pública información de-
tallada –como estatus financiero,
avance físico o acuerdos modifi-
catorios– de todos los proyectos
de obra pública de Nuevo León y –
ésa es su belleza– de los contratos
y contratistas que se relacionan
con cada uno de ellos. Algo así no
existe en el país.
Este proyecto se trabajó con el
gobierno del estado, su ejecutivo,
el secretario de infraestructura,
el órgano local de transparencia y
otras dependencias gubernamen-
tales, así como con organizacio-
nes de la sociedad civil de aquella
entidad, en un esquema de trabajo
que se denomina Mesa Multiactor.
Un esquema de gobernanza de la
obra pública que en México Eva-
lúa nos parece muy prometedor,
porque permite la intervención de
organizaciones sociales, el uso de
tecnología y la transparencia para
favorecer la rendición de cuentas
en obra pública.
La crisis por el coronavirus nos
cambió los planes de su lanza-
miento, pero esta coyuntura po-
dría darle mayor relevancia a este
instrumento. Me explico.
Hace un par de semanas es-
cribía en estas páginas sobre el
subejercicio en infraestructura
para la salud. En 2019 fue particu-
larmente marcado: de 65%. Mis
colegas Mariana Campos y Xhail
Garci
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