Desde la mitad del pasado siglo diferentes autores y estudios de investigación van configuran-
do nuevos paradigmas que, aunque con diferencias, comparten un tronco común en el llamado
“pedagogía activa, interactiva o integradora”.
Los elementos fundamentales que caracterizan a los diferentes paradigmas educativos son: sus
principios centrales, los planteamientos sobre el aprendizaje, objetivos y contenidos, su repertorio
de métodos, técnicas y recursos didácticos, así como sobre el rol educador y las relaciones educa-
tivas y sobre programación/evaluación.
A modo de resumen breve, podemos decir que las características más importantes de los para-
digmas de la pedagogía tradicional son: está básicamente centrada en la enseñanza, la informa-
ción y el profesor, los objetivos y contenidos se relacionan fundamentalmente con el área cogniti-
va de la persona (conocimientos), los métodos más usados son los expositivos (la exposición teó-
rica en la educación grupal y la información en la educación individual), el rol del educador es
sobre todo “de experto”, la programación más allá de los contenidos es escasa y la evaluación es
habitualmente final.
En cuanto a las características más importantes de los paradigmas de la pedagogía activa o
integradora, también a modo de breve resumen y aún a riesgo de hacer afirmaciones demasiado
rotundas, podemos citar: Su eje fundamental es el aprendizaje y el alumnado, ya que su teoría
básica sobre el aprendizaje es la del aprendizaje significativo, los objetivos y contenidos tienen
que ver con las tres áreas de la persona: cognitiva, emocional y de las habilidades, se utiliza una
combinación de métodos y técnicas educativos activos, el rol educador es un rol de ayuda y
apoyo al aprendizaje, las sesiones o consultas individuales o grupales se programan detallada-
mente y la evaluación es continuada y final.
En cuanto a la educación para la salud, la OMS en el glosario de promoción de salud la
define como un conjunto de actividades educativas diseñadas para ampliar el conocimiento de
la población en relación con la salud y desarrollar conocimientos, actitudes y habilidades que
promuevan la salud.
Durante años los paradigmas de salud dominantes en ella eran más bien biologicistas y los de
educación de pedagogía tradicional. A lo largo de los últimos decenios, se han ido clasificando
distintos enfoques y modelos por autores como Vuori, Tones, Modolo, Green...
Algunos de los más relevantes enfoques y modelos han sido los siguientes: Preventivista (pres-
cripción de comportamientos para el cambio de prácticas insanas individuales), Educativista
(información y reflexión para motivar a una elección informada), Social (acción social para lograr
cambios sociales relacionados con la salud), de Desarrollo personal (capacitación y desarrollo de
recursos y habilidades para la vida), Unidireccional (usa los medios de comunicación, las consul-
tas sanitarias y otros agentes para persuadir sobre comportamientos ), Comunitario (promueve
conciencia crítica y acciones sobre salud en una comunidad determinada)...
En los planteamientos de educación para la salud que proponemos en este Manual, como se
ha dicho anteriormente, los paradigmas en cuanto a educación son los de la pedagogía integra-
dora o activa y los paradigmas respecto a salud, los del modelo biopsicosocial y de desarrollo
personal y social.
Integrando ambos paradigmas, hasta ahora descritos, sus principales características figuran en
el cuadro siguiente. Todas ellas se amplían y detallan en este Manual, en el apartado anterior lo
referente al qué trabajar, los Contenidos de la Educación para la salud, y en este apartado a con-
tinuación lo referidos a cómo trabajar, la Metodología de la educación en salud.