c. ¿El indicador se basa en datos válidos de la población destinataria? ¿Las variables usadas para
calcular el indicador se midieron de manera correcta y con un estándar mínimo? Analice de manera
detallada la forma en que se definieron, calcularon y recopilaron las variables que produjeron el
indicador. Esto incluye la revisión de las definiciones de caso, la competencia del personal a cargo
de la recopilación de datos y la calidad de los instrumentos (pruebas de diagnóstico, aparatos de
medición, etc.) usados para recopilar los datos. Establezca los problemas de validez de las variables
de interés y tenga en cuenta un posible sesgo de medición en los indicadores basados en cálculos
problemáticos.
Del paso 2 al 5 se evalúan los valores observados y esperados para el indicador en diferentes situaciones,
según las características de persona, lugar y tiempo. Con esta evaluación se responderán las siguientes
tres preguntas:
I. ¿Las discrepancias encontradas pueden ser causadas por fluctuaciones aleatorias de números
pequeños? Un número insuficiente de observaciones no permite estimar indicadores con la
debida precisión.
II. ¿Las discrepancias observadas pueden ser causadas por sesgos (errores sistemáticos en la
medición del indicador) que comprometen la calidad del indicador?
III. ¿Las discrepancias observadas pueden ser válidas? Las discrepancias entre valores esperados y
observados deben examinarse con cuidado, a fin de no dejar escapar variabilidades verdaderas
atribuibles a cambios locales.
¿El indicador es congruente según las características de persona? Analice la congruencia del indicador,
teniendo en cuenta las variables de persona (sexo y edad, entre otras) de la fuente de datos, por categorías
relevantes para el indicador en cuestión. Observe los valores del indicador según esas variables y analice
si tienen sentido. ¿Los resultados son congruentes con lo que se espera obtener para esos subgrupos de
la población?
Por ejemplo, si el indicador es la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, la distribución
observada de ese indicador según el sexo y la edad debe como mínimo reflejar un mayor riesgo en
ciertos grupos (por ejemplo, hombres de mayor edad). La verificación de que las magnitudes más altas
de estos indicadores es congruente con los grupos que se prevé que tengan un mayor riesgo de sufrir esa
enfermedad refuerza la credibilidad en la calidad del indicador.
Paso 2. Examine la congruencia del indicador estimado con respecto a los atributos de persona