2019 - 2024
cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y cáncer son las primeras tres causas de
muerte en el país, explicando más de una tercera parte de todas las muertes.
Debido a la magnitud y trascendencia del sobrepeso, la obesidad y la diabetes,
en 2016, se declaró Emergencia Epidemiológica a nivel nacional por estas
patologías, para reforzar las acciones de detección, diagnóstico, control y
seguimiento y reducir las repercusiones demográficas, sociales y económicas
que derivan de las mismas en la población mexicana. Ante este panorama, es
indispensable reforzar y articular planes estratégicos para este tipo de
enfermedades que incluyan de manera integral acciones de prevención
primaria, detección oportuna y control de los pacientes ya diagnosticados para
así evitar complicaciones y muerte prematura.
Por otra parte, las tendencias crecientes de desigualdad, exclusión, violencia y el
alto índice de comisión de delitos, en combinación con la ausencia de una política
integral de atención con enfoque territorial, y por población objetivo, han
generado problemáticas y asimetrías que se manifiestan en diversos ámbitos del
desarrollo individual y social, los cuales deben abordarse para mejorar la calidad
de vida de las personas.
En muchos lugares del país existen sectores que se caracterizan por su
precariedad, rezago y exclusión socioeconómica, lo que ha generado procesos de
degradación y desintegración social, destacando entre ellos, una dinámica de
incremento de adicción a las drogas, sobre todo entre la población más joven.
La adicción a sustancias psicoactivas es una enfermedad que se caracteriza por
presentar signos y síntomas en los que se involucran múltiples factores
biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Los estudios sobre el consumo de drogas en la población general muestran que,
salvo algunas excepciones vinculadas al consumo tradicional de drogas, como el
opio o el khat, el consumo de drogas se ha extendido mayormente entre los
jóvenes que entre las personas de más edad. Asimismo, el riesgo de iniciación en
el abuso de sustancias es más elevado en el período de la adolescencia temprana
(12 a 14 años) y tardía (15 a 17 años) y el abuso de sustancias llega a su auge en las
personas de 18 a 25 años.
En el caso de México, con la finalidad de identificar la magnitud y las tendencias
del problema, se han realizado diversas encuestas nacionales y locales, se han
establecido sistemas de vigilancia epidemiológica y reportes consistentes, como
los observatorios de drogas. El gran aporte de este tipo de acciones es que han
permitido monitorear los patrones y niveles de consumo.