DE_2009_salud_cardiovascular

(tlittels) #1
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Introducción al dolor torácico


Cuando alguien padece un dolor en el tórax, se piensa
generalmente que su origen puede estar vinculado a
alguna dolencia cardíaca. El dolor torácico es un síntoma
muy frecuente, sobre todo en la población mayor de 40-45
años. Si además es agudo y relevante, produce una alarma
inmediata en quien lo sufre ante el temor de que pueda ser
de origen cardíaco.
Como norma general, ante un dolor en el tórax o
dolor precordial, con determinadas características acom-
pañantes (perfectamente descritas en otros capítulos de
este libro), debe pensarse en su posible origen coronario
y acudir a un centro médico, donde el paciente sea correc-
tamente evaluado y el médico pueda cerciorarse de su
origen. Es, por tanto, muy importante dejar claro que ante
una situación de esta naturaleza se debe acudir inmediata-
mente al servicio de urgencias de un hospital.
En las últimas décadas se han llevado a cabo mul-
titud de estudios epidemiológicos en los países anglo-
sajones que ponen de manifiesto que hasta un tercio de
la población mayor de 40 años refiere episodios de dolor
agudo torácico. Los estudios existentes en España indican
que esta frecuencia es menor y se cifra en un 12%. Es inte-
resante saber que cuando un paciente acude a urgencias
de un centro médico y los facultativos tienen alguna duda
sobre el origen del dolor, el enfermo es sometido muy fre-
cuentemente a diversas pruebas, incluida la coronariografía,


que permite ver las arterias coronarias que irrigan el cora-
zón, y mediante la cual, en el caso de una angina de pecho
o de un infarto de miocardio, pueden observarse estenosis
(estrecheces) u obstrucciones.
Los estudios médicos más recientes han puesto de
manifiesto que el 10-30% de los pacientes con síntomas
compatibles con la enfermedad de los vasos coronarios
presenta un estudio angiográfico (coronariografía) abso-
lutamente normal. Este hecho tiene una gran importancia
porque ha llevado a los médicos a estudiar la posibilidad
de que otras causas originen un dolor que pueda ser con-
fundido con el coronario, como otras patologías cardíacas,
que también las hay.
Hoy se sabe que hasta la mitad de los pacientes
con dolor torácico y arterias coronarias normales pre-
senta una alteración esofágica (trastornos de la motili-
dad, reflujo gastroesofágico, hipersensibilidad esofágica,
etc.), y que su tratamiento puede conseguir que ese dolor
no cardíaco desaparezca. En algunos pacientes con dolor
torácico recidivante o recurrente pueden constatarse
causas de índole psicológica, que a menudo responden
igual de bien a la terapéutica prescrita. La prevalencia
de este tipo de trastornos vinculados al dolor torácico es
variable, y depende de los criterios diagnósticos utiliza-
dos. Se ha observado que una valoración rigurosa pone
de manifiesto la presencia, en muchos casos, de ansie-
dad, depresión, trastornos de somatización, hipocondría

Capítulo 31


Dolor torácico: ¿es siempre

de origen coronario?

Dr. Manuel Díaz-Rubio
Médico especialista en Medicina Interna y Aparato Digestivo. Jefe del Servicio de Aparato Digestivo
del Hospital Clínico San Carlos, Madrid. Catedrático de Medicina de la Facultad de Medicina
de la Universidad Complutense de Madrid

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