LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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de mover iones contra corriente. Así, por ejemplo, las célu-
las cardíacas pueden sacar átomos de sodio de su interior
hacia el medio exterior a pesar de que en éste hay mucho
más sodio y está lleno de cargas positivas con respecto al
interior de la célula, que es eléctricamente negativo por
predominio de átomos y moléculas de carga negativa.
La carga eléctrica celular exterior es de +30 milivol-
tios (mV) mientras que en el interior (potencial de membrana)
es de –80 mV. Esta diferencia de iones y de estado eléc-
trico entre el interior y el exterior de la célula es la base
para que las células cardíacas puedan responder a seña-
les a máxima velocidad. Así, la apertura masiva por cual-
quier motivo de los canales iónicos de una célula haría
que se igualasen las diferentes concentraciones de iones
a ambos lados de la membrana celular, lo cual ocurriría
en milésimas de segundo. Sería como liberar de repente
una presa de un gran embalse, que haría que se igualase
inmediatamente la cantidad de agua a ambos lados de
la presa.
Si a una célula cardíaca llegan cargas positivas
(iones) desde otras células adyacentes, su carga eléctrica
cambia y pierde su gran negatividad eléctrica (–80 mV). Si
cae por debajo de –60 mV se produce automáticamente
la apertura de los múltiples canales de sodio que hay en la
membrana. A través de ellos se produce una entrada
ingente de millones de átomos de sodio al interior a favor
de su gradiente electroquímico, lo que lleva a positivizar
eléctricamente la célula (+30 mV, como el medio exterior)
en escasas milésimas de segundo. Esa sobrecarga brutal de
átomos de sodio (con carga eléctrica positiva) se va a difun-
dir a las células adyacentes a través de los túneles que las
comunican. Cuando las células anexas reciban así muchas
cargas positivas desde la activada, se cambiará el potencial
negativo (–80 mV) de ellas hacia valores menos negativos.
Cuando alcancen los –60 mV, sus propios canales de sodio
se abrirán, inundándose de sodio estas células adyacentes
y transmitiéndoselo a las anexas. Así se transmite el frente
eléctrico por todo el corazón.
En el momento en que las células se activan,
pasando a tener carga eléctrica positiva, se produce
también una entrada importante de iones de calcio que,
mediante una serie de mecanismos, desencadenará la
contracción de la célula cardíaca. Así, estos mecanismos
iónicos permiten que los impulsos eléctricos (cardíacos o
nerviosos) se transmitan de célula a célula a altísima velo-
cidad, permitiéndonos mover una mano con máxima pre-
cisión o transmitiendo los impulsos cardíacos por todo el
corazón.
Una vez activadas, gracias a las bombas iónicas,
las células expulsarán estos iones en exceso y volverán a
tener las concentraciones iónicas y de cargas eléctricas de
su estado habitual de reposo. Es decir, volverán a construir
la presa para que existan nuevamente las diferencias habi-
tuales entre el interior y el exterior de la membrana celular.
En las células cardíacas esto requiere entre un cuarto y un
tercio de segundo. Una vez que se encuentra de nuevo en
reposo, la célula cardíaca está lista para ser activada.
Mecanismos de generación de impulsos y
respuesta a las necesidades del organismo
Pero ¿cómo se generan las pequeñas descargas eléctricas en
la zona del nodo sinusal que al propagarse harán que todo
el corazón se active y se contraiga? Hemos comentado que
Notando el pulso arterial en el cuello o en una muñeca se puede saber
cuántos latidos tenemos en un minuto y si éstos son rítmicos (todos
iguales) o diferentes entre sí (arrítmicos). Si los latidos no tienen una
cadencia constante en el tiempo, tendremos una arritmia.