LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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que aparentemente no tienen ninguna función, han hecho
de los intrones uno de los temas de investigación más intri-
gantes en la biología. Su mera existencia es un desafío para
la teoría de la evolución, ya que si contribuyeran negati-
vamente al proceso genético, la selección natural debería
haberlos eliminado desde hace mucho tiempo. Algunos
investigadores incluso piensan que los intrones son el más
puro ejemplo del ADN egoísta, que está ahí simplemente
para su propia supervivencia.
Qué es la muerte súbita cardíaca
La muerte súbita es una muerte repentina o inesperada
que se produce como consecuencia de una parada car-
díaca. La causa cardíaca está detrás del 85% de los casos
de muerte súbita. Cuando el afectado es menor de 40 años,
suele asociarse a una cardiopatía congénita o enfermedad
de transmisión genética, mientras que si es mayor de esta
edad, está relacionada con la cardiopatía isquémica, una
enfermedad degenerativa de las arterias coronarias.
La forma de presentación de la muerte súbita es
muy evidente y llamativa: habitualmente el paciente sufre
una pérdida de conocimiento y cae fulminado al suelo.
Puede que muchos de estos desmayos se deban a una lipo-
timia, pero otros muchos tienen su origen en un fallo car-
díaco, por lo que si es ésta la causa, cada minuto que pasa
a partir de ese momento es de vital importancia. La vida de
esa persona depende de la celeridad con que se actúe. Si
existe alguna posibilidad de resucitarla, ese intento debe
realizarse antes de 10 minutos: por cada minuto que trans-
curre, las posibilidades de sobrevivir se reducen un 10%,
de ahí que, pasado ese breve lapso, la capacidad de recu-
perarla es cada vez más remota. Lo ideal sería desfibrilar
en sólo cuatro minutos, porque a partir de ese momento
la posibilidad de sufrir un daño cerebral o neurológico se
dispara. Existen tres pasos que cualquier persona debe-
ría conocer por si presencia uno de estos desafortunados
episodios.
- Llamar inmediatamente al 112, número de emer-
gencias único. Si se está en un acto público, se
debe localizar inmediatamente al personal sani-
tario más próximo. - Mientras, deben practicarse maniobras de resuci-
tación (masaje cardíaco y boca a boca). - Asimismo, si en la zona del suceso está disponible
un desfibrilador externo semiautomático, debe
aplicarse. Este aparato se coloca sobre el pecho
del afectado y produce una descarga que vuelve
a poner el corazón en marcha.
Los expertos lamentan la escasa formación que
recibe la población general con respecto a las medidas de
resucitación básicas, como el masaje cardíaco y la respira-
ción boca a boca. A su juicio, esta formación debería impar-
tirse en las escuelas, puesto que se aprende en una hora y
se recuerda toda la vida. De hecho, en algunos colegios de
la Comunidad de Madrid ya se ha empezado a formar a los
escolares en reanimación cardiopulmonar.
El acceso a la desfibrilación precoz ha sido uno
de los avances más significativos en el tratamiento de las
paradas cardíacas. Estos aparatos poseen un par de elec-
trodos que se aplican sobre el tórax de la persona afectada
por un paro cardíaco y liberan una descarga eléctrica en el
corazón para que éste vuelva a latir.
La muerte súbita de una persona joven y aparen-
temente sana es un hecho que produce un gran impacto
Secuenciador de ADN para conocer el orden de los nucleótidos y
poder determinar la existencia de alteraciones (mutaciones) en el
ADN del paciente.