demagogias entre quienes sostenían que era necesario un control
de natalidad y quienes decían que el planeta siempre absorbería
cualquier incremento de población. Pero lo cierto es que solo con
la limitación a dos hijos por pareja es posible que los recursos de
la sociedad lleguen a todos de una manera sostenible. También es
cierto que los servicios sociales deben garantizar el trabajo y la
vivienda a todos los ciudadanos. En la tierra hay muchas personas
que creen que garantizar unos derechos básicos a todos los ciuda-
danos erradicaría los privilegios, pero en realidad es todo lo con-
trario, la mejor forma de que un privilegio se mantenga es no en-
sañarse con los más desfavorecidos. Defender una economía de
mercado, pero erradicando la miseria, garantizaría siglos de pro-
greso a las sociedades que la implantasen. Por supuesto aquellos
ciudadanos que se negasen a aceptar la ayuda del estado tampoco
podrían esperar favoritismos.
FIN DEL PROGRESO
Con este título no me estoy refiriendo al fin absoluto del progreso,
más bien me refiero al final de un proceso histórico de evolución
que al principio comienza lento y después se acelera cada vez más
hasta casi detenerse de nuevo, esto marca el momento en el que
un planeta llega a su madurez, esto en la tierra podría ser en el si-
glo veinticinco, aunque es imposible saberlo con exactitud. El fin
del progreso tecnológico es seguido por el progreso moral, puesto
que este es más complejo que el anterior.
Progreso moral............................................................
La clave del progreso moral, está en asumir que un comporta-
miento cívico es la única solución para hacer posible una convi-
vencia en una sociedad compuesta por millones de individuos, es
imprescindible erradicar los comportamientos despóticos en los
ciudadanos para conseguir este fin. La vanidad y la prepotencia
son como enfermedades del espíritu, pero a diferencia de las otras
solo se cura con una actitud firme y poco permisiva, ante ellas los
gobiernos que aplican políticas débiles ante los delincuentes solo
consiguen fortalecerlos. Para ello es necesario que las libertades