Raices Puertorriqueñas Historia de Añasco

(Anascopr) #1

por el deseo de utilizar este nuevo fermento de animosidad, los
conspiradores resolvieron señalar el golpe que venían preparando para
el 15 de julio de 1838.
La trama de los revolucionarios fue denunciada al gobierno de
la capital y dio por resultado inmediato el arresto de los conspiradores.
Restaurada la normalidad, fue presentada al ayuntamiento de San Juan
una proposición solicitando que se felicitase al Gobernador por haber
frustado el conato separatista. La proposición halló favorable acogida
en el Ayuntamiento; y poco después, éste dirigía al Gobernador una
exposición felicitándole por haber ahogado en la cuna “la hidra de la
revolución” y proclamándole ángel tutelar destinado para libertarnos
del desorden y la ruina”.
Exposiciones semejantes remitieron también al Gobernador,
los miembros de los ayuntamientos de Naguabo, Aguadilla, Humacao,
Moca, Rincón, Bayamón, Juana Díaz, Ponce, Arecibo, Trujillo Bajo,
Isabela, Cidra, Pepino, Aguada, Corozal, Añasco, Cayey, Yabucoa,
Patillas, etc.


Bibliografía:
Cruz Monclova, L. Historia de Puerto Rico, Siglo XIX, Tomo 1 (1808-
1868). Pp. 232-236.


18 de abril de 1839
Tema: Contribuciones
Presididos por el Alcalde Primero Don José Reyes Álvarez,
Teniente del Regimiento de Caballería de Puerto Rico, y el Alcalde
Segundo y Sargento Mayor de las milicias urbanas, Don Juan Esteban
de Lugo, se acuerda solicitar al Gobernador ser con la sub – delegación
de marina para que desista de poner un gravamen a los pescadores
pobres del pueblo cuando necesiten salir “a pescar en las canoas a la
mar y a las salinas a buscar sal y a otras diligencias que se les ofrecen
en los buques menores de cabotaje ...”
FGE: Añasco – Caja 401 – Legajo: 1840 – Fecha: 18 de abril de 1839 -
Ficha: 39/04/18.


26 de noviembre de 1840
Tema: Tranquilidad Pública
El Alcalde Don Manuel Isidro Morales informa al Gobernador
que los mozos extranjeros naturalizados y domiciliados que existen en
este vecindario, lo propio que la gente de color, tanto libres como
esclavos, observan arreglada conducta, siempre de buena inteligencia y
siendo respetuosos y sumisos a las autoridades y estos últimos a sus

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