296 Chapter 13
Cuba (aquí se percibe una unión como mal necesario entre los dos prim-
eros grupos), o sea, el tercer grupo es responsable de permear la Regla
Ifá/Ocha de cosas nuevas que acabarían con la tradición. Sin embargo,
esos nuevos elementos forman parte del cuerpo filosófico-literario de
Ifá desde siempre; por lo tanto, son anteriores al momento en que se
comenzó su práctica en Cuba. El resto de América Latina y los Esta-
dos Unidos también atraviesan por esta crisis.
Asimismo están los yorubás, no menos importantes en esta disputa
aunque estén al otro lado del Atlántico o viviendo en Norteamérica.
Estos han interactuado con los con sacerdotes del Nuevo Mundo de
manera individual y sin un patrón litúrgico que dé uniformidad a los
criterios africanistas. Más bien han abierto nuevos accesos a nuestro
camino ya sincrético. Por consiguiente, para nuestra problemática
actual no hay respuesta escrita o hablada.
En realidad, todos somos dueños de la tradición porque la defende-
mos a capa y espada; lo que necesitamos es comprenderla y honrarla
mediante el diálogo enriquecedor, la fraternidad en las relaciones, la
aceptación de los puntos de vista del otro; no hay que sentir vergüenza
por aprender.
De algo podemos estar seguros: la cultura no es estática y afecta de
manera contundente el contenido y la forma de las manifestaciones
religiosas. Wande Abimbola explica:
Los yorubás han intercambiado muchos orichas con sus vecinos. [...]
De ahí que haya tanto sincretismo en las ceremonias religiosas de Brasil
y Cuba, porque eso mismo llegó del África. Ese cordón trenzado que
comenzó en África, llegó a las Américas y se mantiene en ambas partes
hasta la actualidad. [...] Los yorubás y africanos en general se mez-
claron con los vecinos mucho antes de sobrevenir la esclavitud. Un
buen ejemplo de ello es la cercana relación entre los yorubás, los fon y
los ewe. Aún estos pueblos van a Ilé Ife para estudiar Ifá. Uno de los
errores de los estudiosos es pensar que los africanos no se mezclaban
con otros antes de la colonización. Pero debemos recordarles que antes
de la colonización, las fronteras de hoy no existían y los pueblos se
movían libremente. Había más mezcla popular que hoy en día (Abim-
bola, 1997b).