de forma directa y vertical, y el otro de forma indirecta y
horizontal, los dos son igual de importantes pero participan en el
gobierno universal de forma diferente. El lado masculino debe
actuar de forma activa y el lado femenino de forma pasiva e
indirecta para evitar que se produzca una contradicción que
anule la utilidad que tiene la separación sexual. En el universo,
las dos polaridades tienen la misma importancia por eso, en
lugar de decir que un sexo manda sobre el otro lo correcto sería
decir que el sexo masculino manda sobre la dimensión material,
y el sexo femenino manda sobre la dimensión espiritual. El poder
político o de gobierno es masculino y actúa en el plano vertical, y
el área o población sometida a ese gobierno es femenina y actúa
en el plano horizontal. De este modo, el liderazgo del hombre
sería directo y el de la mujer indirecto para no contradecirse. El
objetivo que tiene esto es que las dos polaridades se relacionen
de forma equilibrada para que de este modo ambas tengan sus
derechos reconocidos. Dicho de otra forma, se trata de hacer
que en lugar de existir dos mandos iguales que compitan entre
sí, exista uno que represente a los dos con el fin de acelerar los
procesos.
Todo esto demuestra, que es un error considerar al sol como un
Dios, pero sí se puede entender que está en conexión con él al
formar parte del gobierno universal si se plantea este gobierno
desde un punto de vista físico. Los antiguos, representaban las
fuerzas de la naturaleza en sus versiones masculinas o femeninas
en forma de dioses simbólicos de forma humana porque no
comprendían que esas fuerzas en realidad surgían de todos los
seres que pueblan el cosmos y actúan con la misma proporción.
Sin embargo, a lo largo de la historia ha sido común en las
distintas religiones considerar al Dios universal o principal como
un ser masculino debido a que la función de liderazgo o iniciativa
antonio.p
(Antonio.P)
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