de la naturaleza y la iglesia al condenar esas prácticas como
demoníacas lo que trataba era de eliminar aquello que estaba
mal. De este modo a Seth o Saturno el dios egipcio se le convirtió
en Satán, a Lucifer que es el planeta Venus se le convirtió en el
príncipe de las tinieblas y al dios fenicio Baal Ammón por sus
cuernos y las ceremonias con fuego que hacían en su nombre se
le convirtió en el Diablo, el rey del infierno. Es cierto que en las
religiones antiguas también había sabiduría, y es cierto que en
las religiones actuales también hay maldad o ignorancia, pero
cuando se trata de comprender el universo, entonces el
monoteísmo es superior al politeísmo.
Lo mismo se puede decir con respecto a la serpiente del génesis
que tienta a Adán y Eva. En el pasado la serpiente era un símbolo
benigno que debido a su capacidad para formar un círculo se
asociaba con el sol, la renovación o el conocimiento, pero los
autores del génesis y la iglesia cristiana consideraron oportuno
definirla como maligna con el fin de erradicar la adoración a los
animales, los planetas o el sol que era común en la antigüedad y
centrarse en un solo Dios universal como forma de culto más
evolucionado. También se puede asociar la serpiente con el mal
porque si esta representa al sol y por lo tanto la energía,
entonces se puede usar para representar el caos y el desorden
que se producen cuando la energía no es debidamente
canalizada, cuando eso ocurre surge la confusión y el error, y en
consecuencia el mal que se deriva de él, por esta misma razón el
diablo o el infierno, se suelen asociar con el calor y el color rojo,
este color igual que los demás es benigno en su esencia y
representa la energía, la inestabilidad y el riesgo, pero cuando se
le da un valor excesivo a la dimensión masculina sobre la
femenina se provoca el accidente, el error o el mal. En la posición
antonio.p
(Antonio.P)
#1