hasta que el progreso tecnológico se completa y el hombre pasa
de valorar las circunstancias en el aspecto inmediato a valorarlas
globalmente.
Entonces comprende que no todo es materia, sino que en su
interior hay un espíritu que es lo que en realidad anima esa
materia. Los espíritus, para progresar, necesitan reencarnarse en
un cuerpo material porque solo cuando la materia y el espíritu
están en equilibrio se logra la felicidad, sin embargo, cuando un
espíritu se reencarna en una sociedad primitiva su ignorancia le
impide controlar la materia, incluso llega a creer que el mundo
físico es el único que existe. Al ser la materia más densa que el
espíritu oculta lo que tiene delante creando confusión, esto
provoca que los seres reencarnados en la materia tengan
dificultades para comprender que no todo es materia y que
también existe un mundo espiritual. Este proceso terminará
cuando el hombre descubra que la materia y el espíritu tienen la
misma importancia en el universo. Es como si el espíritu, al
reencarnarse en un mundo primitivo, perdiera parte de sus
conocimientos al asumir la cultura llena de errores de la sociedad
primitiva como propios. Esto puede parecer una contradicción,
pero es necesario, porque la dimensión humana es diferente a la
espiritual y el hecho de que como espíritu tenga unos
determinados conocimientos no significa que como hombre los
tengan que recordar, porque cuando se produce la
reencarnación es necesario olvidar las vidas anteriores para no
mezclar ambos planos y así hacer la vida humana más intensa.
En cualquier caso, esta situación solo es algo temporal, y durará
solo el tiempo que tarde la humanidad en realizarse por
completo. Cuando este proceso de aprendizaje y control de la
materia se haya terminado, las personas podrán beneficiarse de
todas las ventajas de vivir en la materia, pero sin renunciar a los
antonio.p
(Antonio.P)
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