amplifica la confusión, entonces es muy fácil que surjan los
enfrentamientos.
El cambio continuo y caótico es propio de la dimensión roja que
también está presente en las guerras, en cambio, la estabilidad y
la espiritualidad, son propias de la dimensión azul y favorecen la
paz. Pero, en el futuro, los cambios sociales y tecnológicos se
realizarán a un ritmo más lento que el actual cuando el mundo
haya terminado de completar su progreso tecnológico. Cuando
eso ocurra, el simbolismo cálido y masculino que representa la
guerra será sustituido por el que procede de la técnica que
también tiene ese mismo simbolismo, entonces el mundo logrará
alcanzar una gran estabilidad. Si a esto añadimos la luz que
aporta el conocimiento, junto a la erradicación del mal, entonces
el mundo tendrá garantizada la paz para siempre.
La mente humana necesita estimularse mediante dos fuentes
distintas, una es la solar, roja, cálida, material en la dimensión
horizontal, y otra es la cristalina, azul, fría, espiritual en la
dimensión vertical, estas formas de estímulo pueden ser
obtenidas por diferentes medios. El estímulo de la dimensión
roja se puede encontrar en la guerra, pero también se puede
encontrar en el trabajo, la ciencia, la técnica, la política, o incluso
en la sal de las comidas. El estímulo de la dimensión azul se
puede encontrar en la filosofía, en la música, o en el azúcar de
las comidas.
Eso significa, que en el futuro, el estímulo emocional que se
deriva de la parte roja y solar la aportará la técnica y el trabajo, y
la parte azul y dulce la aportará la filosofía que defiende la
justicia como el eje de la conducta moral. Esto es así, porque
desde un punto de vista emocional la mente necesita estimularse
desde dos fuentes distintas, una es la cálida y masculina que
puede incluir la guerra, pero que puede ser sustituida por el
antonio.p
(Antonio.P)
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