11 LA CREACIÓN DEL HOMBRE
Una vez se hubieran designado los planetas originales para la
creación de la vida biológica los espíritus se dirigirían a ellos y
comenzarían a trabajar para la creación de sus cuerpos. Estos
cuerpos serían en gran parte parecidos a robots, porque solo
cuando se une el espíritu al cuerpo se forma una persona
completa. Se comenzaría con las primeras bacterias y seres
unicelulares realizando un proceso parecido al que vivió el
universo cuando la primera partícula se multiplicó. En el
momento de la reencarnación, los espíritus constructores (que
también somos nosotros mismos) olvidan su pasado para no
interferir en la vida humana, porque esta, es una dimensión
diferente. Por eso, al principio de la evolución pierden parte de
sus conocimientos, sin embargo, el destino del hombre es
alcanzar e igualar los conocimientos del espíritu mediante la
ayuda de la tecnología. Esto es necesario, porque la dimensión
humana es diferente e independiente de la del espíritu y por eso,
es mejor comenzar desde cero. Para que se entienda mejor esta
situación se puede comparar con un fontanero que para
progresar decide hacerse ingeniero, quizás como fontanero era
un experto, pero como ingeniero necesita esperar un tiempo
para convertirse en un experto, del mismo modo, los espíritus en
su dimensión superior seguramente tendrían amplios
conocimientos sobre los fundamentos de la materia, pero al
reencarnarse como plantas, animales o personas, pierden ese
estatus intelectual debido a la necesidad de olvidar que es
necesaria para no mezclar los dos planos. Al principio la vida
sería simple y primitiva, pero cuando este plano dimensional
humano se complete la vida será mucho mejor que todo aquello