Yoga Journal Spain N.96 — Julio-Agosto 2017

(Greg DeLong) #1

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julio-agosto 2017

revistayogajournal.net

Q


FOOD STYLIST: ERIC LESKOVAR

¿QUÉ HAY MEJOR QUE la comida que
se cocina uno mismo? ¡La que cultiva
uno mimo! Con un huerto en casa no
solo ahorras dinero, sino que reduces
la huella de carbono, y al comer pro-
ductos frescos recibes más nutrien-
tes. Por ejemplo, según un estudio
brasileño, los tomates, lechugas, y
zanahorias pueden perder hasta un
70 % de su vitamina C desde la huerta
al restaurante. Evita los pesticidas
químicos, y probablemente obtengas
todavía más nutrientes: Las beren-
jenas orgánicas tienen más calcio,
potasio, y magnesio que sus homólo-
gas convencionales, según un estudio
del Journal of Agricultural and Food
Chemistry, mientras que los tomates
orgánicos tienen más vitamina C y
carotenoides que los no orgánicos,

aseguran estudios franceses.
Para que puedas tener un huerto
lleno de sabor, donde no falten ingre-
dientes ayurvédicos para equilibrar
tu dosha, hemos preguntado al
instituto ayurvédico y a los expertos
del Lake Austin Spa Resort en Tejas,
donde gran parte de los alimentos los
cultiva orgánicamente la directora
de flora y fauna Trisha Shirey. Usa
los alimentos del huerto para estas
recetas, creadas por el chef Stéphane
Beaucamp, cuya filosofía es simple:
come alimentos frescos, reales, y de
temporada. Este verano ya sabes:
rico, sano, y balsámico.

Tazas, azucareros, y tazones: El cebollino y el
perifollo van bien en recipientes pequeños (de
mínimo 7 cm de profundidad). «Concretamente,
al perifollo le gusta estar apretujado», dice Shirley.
Si la taza tiene grietillas mejor, porque así hay dre-
naje. Para evitar el riego excesivo, deja la planta
regada sobre un platillo una hora, luego retira el
sobrante. «El exceso de riego mata más plantas
que la falta», asegura Shirey.
Teteras, latas de cocina antiguas, latas de pin-
tura, y latas grandes de tomates: La suculenta, el
cebollino, perifollo, lechuga, y tomillo, todos ellos
caben aquí –estas plantas compactas apenas echan
raíces–. Para el drenaje, Shirey recomiendo llenar la
lata con agua, congelarla, luego usar un perforador
o picahielos para abrir 3 o cuatro agujeros de 1 cm
de diámetro en la base. Puedes pintar las latas, eti-
quetarlas con tiza, o envuélvelas en papel de pared.
Cestas y escurridores: Estos ya vienen con
drenaje incorporado. En función de lo tersa que
esté la trama, puede que tengas que recubrirlos
de musgo con rejilla de vinilo para ventanas (la
de metal se oxida) o con un revestimiento de
fibra de coco para que la tierra quede intacta y no
haya bichos. Si la cesta es muy profunda, puedes
llenarla de perejil o cualquiera de las plantas que
crecen en latas y teteras.
Bolsas de tela: Sirven sobre todo para sostener
plantas en maceta (y sus platillos) que puedas
trasladar al agua y cambiar cuando el agua se
drene. Cuanto más fuerte sea el tejido, mejor se
retendrá la forma. Pon un recubrimiento de plás-
tico para evitar manchas.
Carritos y cajones de cómoda de madera: Las
lechugas crecen bien en estos recipientes bajos y
plano al no tener casi raíces. Mientras haya unos 15
cm de profundidad, el tomillo, orégano, y estragón
también son candidatos, junto con plantas que flo-
recen en recipientes más pequeños. Perfora unos
agujeros en la base, luego recubre la base con
rejilla de vinilo para que no entren bichos.

MACETAS


RECICLADAS
Calmantes, energizantes o juguetonas,
siempre hay una jardinera para cada onda.

Tula Karras es escritora en Austin,
Tejas. Stéphane Beaucamp es la direc-
tora del Lake Austin Spa Resort.
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