EN LA LUCHA 101
ARRIBA, IZQUIERDA
La brigada de la ONU
Josephine Muhawenimana
(en el centro), de 37 años,
sobrevivió al genocidio
que en 1994 asoló su
Ruanda natal. Tras haber
trabajado como mando
policial en Kigali, hoy
patrulla un campo de
protección de civiles en
Juba, en Sudán del Sur.
«Desde niña siempre he
querido ser policía
–dice–. Sé que puedo
hacer el mismo trabajo
que cualquier hombre».
ARRIBA
En Sudán del Sur, las
fuerzas de paz de la ONU
que patrullan los campos
de protección incluyen
profesionales mongolas.
ABAJO
La cabo primera Giimaa
Sukhochir, de 39 años,
luce el traje ceremonial
que ha traído consigo al
ser destacada en Bentiu.
«Quiero mostrar a los
africanos cómo es la
mujer mongola
tradicional», dice.