EXPLORA | CONSERVACIÓN
FOTOS: GETTY IMAGES; ALAMY / AGE FOTOSTOCK (PALO DE ROSA). GRÁFICO: NGM-E. FUENTE: WORLD WISE
De izquierda a
derecha, en sentido
horario: el palo de
rosa, la araucaria
(con el dibujo de las
inflorescencias) o el
cedro son algunos de
los árboles de madera
tropical regulados
por la CITES.
APÉNDICE IEl más restrictivo, en él se hallan incluidas
las especies con mayor riesgo de extinción, y su comercio
internacional está vetado salvo en contadas excepciones,
como por ejemplo la investigación científica.
APÉNDICE II Incluye especies que un comercio
descontrolado podría poner en peligro, por lo que
requieren permisos de exportación.
APÉNDICE III Engloba especies cuya compraventa ya
está regulada en un territorio, pero que necesita de la
cooperación de otros países para controlar su comercio
fuera de esas fronteras.
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las máximas restricciones, tras comprobar
el éxito obtenido por los programas de recu-
peración de una población de menos de un
centenar de ejemplares en 1900 y que hoy
sobrepasa los 20.000. Sobre las seis especies
de buitres africanos (entre ellos el alimoche,
que se reproduce en nuestro país), que han
disminuido entre un 50 y un 90 % y que es
englobadas en el Apéndice II de la CITE
se ha acordado establecer una colaboraci
con la Convención de Especies Migratoria
(CMS) en la aplicación del Plan de Acció
internacional para estas y otras nueve es
pecies de buitres. «Últimamente se están
dando casos de envenenamientos masivos
de buitres en África, provocados por caza-
dores furtivos de elefantes y rinocerontes
que eliminan a los buitres para que no dela-
ten la presencia de los cadáveres cazados
ilegalmente».
Obviamente, las especies marinas también
han estado en el ojo del huracán. Entre otras
cosas se aprobó añadir en el Apéndice II
18 nuevas especies de tiburones –esquilma-
dos para cortarles las aletas empleadas para
elaborar la sopa de tiburón– y rayas, una
votación que evidenció fuertes desacuerdos.
Las anguilas, los pepinos de mar, las tortu-
gas marinas, los caballitos de mar, los cora-
les y los esturiones fueron otras especies
contempladas en la cumbre, al igual que los
árboles de madera tropical, en especial el
palo de rosa, los cedros y las afromorsias.
Otras especies, se complacen en anunciar
desde la CITES, se han recuperado tan bien
gracias a este convenio que incluso se ha
podido disminuir su nivel de restricción
comercial, como es el caso de las vicuñas
de una región de Argentina o de la población
del cocodrilo americano de México.
Aunque la CITES es esencial para la pre-
servación de la vida silvestre, es obvio que
todavía queda mucho por hacer. Según datos
de la Plataforma Intergubernamental de
Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos
(IPBES, adscrita a la ONU), las tasas de extin-
ción de especies causada por los humanos
no tienen precedentes: hasta un millón de
ellas podrían desaparecer. Y el millonario
tráfico ilegal de especies no hace más que
empeorar ese terrible declive de una biodi-
versidad que, como es sabido, es indispen-
sable para asegurar la vida en la Tierra.
¿Somos realmente conscientes de lo que
nos traemos entre manos?
han
stán
ES,
as
n
s-
n
s
35 %
18 %
Elefantes
11 %
Otros
1 %
Esturión
1%
Coral
9 %
Reptiles
2 %
Tortugas terrestres
y de agua dulce
2 %
Loros, guacamayos
y cacatúas
2 %
Grandes felinos
2 %
3 % Aves rapaces
Tortugas
marinas
3 %
Rinocerontes
5 %
Pangolines
6 %
Madera
de agar
TOTAL DE INCAUTACIONES ENTRE 2005 Y 2014
NATIONAL GEOGRAPHIC
Palo de rosa