A través de una joint ventu-
re con una empresa belga, la
compañía española suminis-
trará diferentes tipos de mue-
bles: asientos, sofás, butacas y
sistemas modulares (peque-
ños asientos) para espacios
corporativos y zonas colecti-
vas; y sofás, butacas lounge y
sistemas modulares para zo-
nas de espera, así como mesas
de reunión y auxiliares.Así, Andreu World se ha
convertido no sólo en la única
marca española que ha conse-
guido este contrato de equi-
pamiento, sino también en el
primer proveedor europeo de
asientos y mesas de la Comi-
sión, adelantándose a marcas
del sector como Vitra (Suiza),
Hiller (Australia); Lande/ Ar-
tifor (Países Bajos) o Manade
(Francia).http://www.expansion.com
Reino Unido 1,6 £ • Bélgica 2,65 euros • Portugal Continental 2 euros
Teléfono de atención al lector: 91 050 16 29Jueves, 3 de octubre de 2019© Unidad Editorial, Información Económica SLU, Madrid 2019. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser -ni en todo ni en parte- reproducida, distribuida, comunicada públicamente ni utilizada o registrada a través de ningún tipo de soporte o mecanismo, ni modificada o almacenada sin
la previa autorización escrita de la sociedad editora. Conforme a lo dispuesto en el artículo 32 de la Ley de Propiedad Intelectual, “queda expresamente prohibida la reproducción de los contenidos de esta publicación con fines comerciales a través de recopilaciones de artículos periodísticos”.La agencia de Protección de
Datos ha impuesto a Eroski
un par de multas por impor-
te de 150.000 euros por la di-
fusión del vídeo en el que se
veía a Cristina Cifuentes
hurtando unas cremas en un
centro comercial de Valle-
cas. Sin prejuzgar si la multa
se ajusta o no a derecho, me
gusta la noticia.
Igual que Cifuentes tuvo
que apechugar con las con-
secuencias de sus actos, es
justo que lo hagan todos los
que actuaron indebidamen-
te en el caso. Llevarse sin pa-
gar un par de botes de un su-
per no tiene trascendencia
penal, y menos si se devuel-
ven en el acto, como se ve en
el vídeo; pero ese intento de
simpa fue definitivo para
acabar con la ya tocada ca-
rrera política de la expresi-
denta del Gobierno de Ma-
drid.
Pero, además de Eroski y
Cifuentes, hay más persona-
jes implicados en el caso que,
de momento y que yo sepa,
han salido de rositas. Me re-
fiero al empleado de Eroski
–o de la empresa de seguri-
dad– que tuvo los reflejos pa-
ra ver la trascendencia que
podía llegar a tener ese vídeo
y decidió guardarlo o “cur-
sarlo”, lo que fuera. Tuvo que
ser así porque si Eroski o la
empresa de seguridad con-
servan durante años los ví-
deos de hurtos en sus esta-
blecimientos, la Agencia de
Protección de Datos, o quien
sea, debería cerrarles el ne-
gocio. Ese empleado debería
sufrir alguna consecuencia
porque su conducta supone
una deslealtad con su em-
presa. El interés público del
vídeo no justifica que el em-pleado incumpla las normas
de su trabajo.
El personaje de la trama
más indeseable –más que Ci-
fuentes, más que Eroski y
mucho más que el empleado
desleal– es quien guardó la
cinta en un cajón y esperó el
momento adecuado para fil-
trarla. Es un tipejo impre-
sentable. Me da igual que
fuera del bando político de
Cifuentes o del enemigo, que
lo hiciera por dinero, por
venganza o por creerse el rey
Salomón. En todo caso, me
revuelve las tripas pensar
que ese tipejo y otros como él
campan a sus anchas por las
cloacas de la política. Su deli-
to es mucho más grave que el
de Cifuentes y nadie parece
interesado en perseguirlo.
En contra de lo que a veces
se afirma, el papel del perio-
dista y del medio que publi-
caron el vídeo no tiene nada
que ver con deslealtades ni
comportamientos indesea-
bles. No es un ejercicio de ci-
nismo sino una constatación
de que cada uno debe cum-
plir con sus obligaciones
profesionales. El trabajo de
los medios y los periodistas
es publicar las informacio-
nes que consideren relevan-
tes según su criterio profe-
sional, dejando de lado las
preferencias políticas y los
intereses económicos de su
empresa. Yo lo hubiera pu-
blicado. La relevancia del ca-
so y la veracidad son eviden-
tes. En el caso del periodista
y el medio, lo reprochable se-
ria que no lo hubieran publi-
cado para proteger el Go-
bierno de Madrid o no inter-
ferir en la carrera política de
Cifuentes.El caso Cifuentes
LA ÚLTIMA PALABRA
IGNACIO DE LA RICA@laultimapalabrCódigoMuebles ‘made in Spain’ para
decorar la Comisión Europea
ANDREU WORLD, COMPAÑÍA VALENCIANA DE MOBILIARIO DE DISEÑO, LOGRA UN CONTRATO DE 28 MILLONES DE
EUROS PARA EQUIPAR LAS SALAS DE REUNIONES, RESTAURACIÓN Y DESCANSO DEL ORGANISMO EN BRUSELAS.Yago González. Madrid
A veces son los pequeños de-
talles de los grandes acuerdos
los que pasan a la Historia. El
pacto que puso final al 23-F se
firmó sobre el capó de un
Land Rover. Aún se conser-
van partes del tren francés en
el que Alemania aceptó su
rendición en la Primera Gue-
rra Mundial. El Museo del
Barça exhibe la servilleta en la
que Carlos Rexach y Leo
Messi improvisaron el con-
trato del segundo. Por eso es
importante que la empresa
valenciana Andreu World, es-
pecializada en mobiliario de
diseño, haya conseguido un
contrato de 28 millones de eu-
ros para equipar las salas de la
Comisión Europea. El pro-
yecto comunitario se encuen-
tra en un momento decisivo,
amenazado por el Brexit y
movimientos populistas na-
cionalistas, por lo que existen
altas probabilidades de que
los próximos grandes acuer-
dos (o desacuerdos) se mate-
rialicen en mesas y sillones
con firma española.
A lo largo de los próximos
cinco años, Andreu World se-
rá el proveedor de los mue-
bles que ocupen los espacios
de restauración (cafeterías,
restaurantes) y descanso (sa-
las de espera, vestíbulos) de
los edificios que posee en todo
el continente la Comisión Eu-
ropea, un organismo en el que
trabajan unas 34.000 perso-
nas y que es el responsable de
proponer las leyes y aplicar
las directivas que deben cum-
plir los 28 Estados miembros
de la Unión Europea.Con más de seis décadas de
historia, la empresa fue fun-
dada por Francisco Andreu,
nacido en la localidad valen-
ciana de Alaquàs en 1937 y fa-
llecido hace dos años. Forjado
como aprendiz en el taller de
muebles curvados de su pa-
dre, a los 17 años Andreu
transformó un pequeño taller
de ebanistería en una empre-
sa dedicada a la fabricación de
piezas de madera, curvados,
montaje y barnizado de sillas.
Así nacía en 1955 Andreu
World, que hoy exporta el
80% de su producción y fac-
tura alrededor de 50 millones
de euros al año.De Alaquàs a Silicon Valley
En su nave de 60.000 metros
cuadrados en Alaquàs, donde
nació todo, Andreu World
produce unas 240.000 sillas y
60.000 mesas al año. De allí
exporta a más de 70 países, in-
cluyendo Estados Unidos, un
mercado proteccionista en el
suministro de equipamiento a
las instituciones públicas.
Andreu tiene el certificado
GSA, lo que le ha permitido,
por ejemplo, que sus muebles
lleguen al Capitolio, en Wa-
shington D.C.
La compañía también tiene
sillas y mesas en las oficinas
de Google, Twitter, Netflix y
Facebook, así como en las
universidades de Princeton y
Harvard. Sus muebles se pue-
den encontrar en hoteles, ae-
ropuertos, estadios de fútbol o
embajadas. Y, en poco tiempo
serán testigos, si nadie lo re-
media, de cómo Reino Unido
se levanta de la mesa europea.Durante cinco años
la firma suministrará
sillas, sofás, butacas,
mesas de reunión
y mesitas auxiliaresEmmanuel Macron, Pedro Sánchez y el primer ministro portugués,
Antònio Costa, sentados el pasado 2 de julio en una estancia de la
Comisión Europea equipada con muebles de Andreu World.La compañía tiene
muebles en el
Capitolio de EEUU y
las universidades de
Princeton y HarvardBienvenidoaAvenidadeS anLuis25.
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