ECONOMÍA / POLÍTICA
Jueves 12 septiembre 2019Expansión 27
Casi a la misma hora que Pablo Igle-
sias suplicaba a Pedro Sánchez una
nueva reunión para intentar crear ese
Gobierno de coalición con el que sue-
ña el líder morado, Jaume Asens, re-
presentante de En Común Podem,
una de las confluencias de Podemos,
y miembro de la mesa de negociación
que dirige Carmen Calvo y que inten-
ta, aparentemente, dar cuerpo a esa
gran alianza de la izquierda, aparecía
en Barcelona en un acto convocado
por Ómnium Cultural, junto a Quim
Torra, cuestionando el carácter de-
mocrático del Estado español y en de-
fensa de los “presos políticos”. Las
dos imágenes superpuestas configu-
raban un claro despropósito. ¿Qué es-
tabilidad puede ofrecer Pablo Iglesias
al Gobierno de España, cuando sus
socios van a participar activamente
en el próximo desafío al Estado espa-
ñol? A la vista de esto, los socialistas
creen que dar entrada a Podemos en
el Gobierno sería como meter al zo-
rro en el gallinero. A mediados de oc-
tubre está previsto que se conozca la
sentencia del procés. Será previsible-
mente condenatoria. Y previsible-
mente también Podemos, o buena
parte de Podemos, se pondrá del lado
de los condenados y en contra del Go-
bierno de todos los españoles. Y el re-
sultado es más que previsible. Ese
matrimonio que propone Iglesias es-
tá condenado a convertirse en un di-
vorcio violento, que dejaría desnudo
al PSOE en buena parte de España.
Para ese viaje inútil los socialistas ya
se han convencido de que es mejor ir
de nuevo a elecciones en noviembre.
Tan convencido está Sánchez de la
inviabilidad de llegar a algo con Igle-
sias que ayer apeló de nuevo a la res-
ponsabilidad de la derecha para evi-
tar las urnas y afrontar desde ya los
mayores retos a los que se enfrenta
España sin el lastre que supone de-
pender de populistas y nacionalistas.
La amenaza del Brexit duro está a la
vuelta de la esquina y los síntomas de
desaceleración son demasiado evi-
dentes y Sánchez no quiso perder la
oportunidad de medir ante la opinión
pública el sentido de estado de Ciuda-
danos y PP. Sánchez incluso se atre-
vió a insinuar a los populares que si se
abstienen se podrían liberar las entre-
gas a cuenta para las comunidades
autónomas que están aún pendientes
y que, de no liberarse pronto, podrían
ahogar financieramente a algunos te-
rritorios. Evidentemente el líder so-
cialista sabía que de ninguna manera
obtendría el apoyo de Ciudadanos ni
PP, pero quería dejar claro ante la
opinión pública que si hay elecciones
también es por culpa de estas dos for-
maciones. Especialmente duro estu-
vo con Albert Rivera al que tachó de
“hipócrita”. Muchos interpretaron
que se trataba de un ajuste de cuentas
con el líder de ciudadanos por la ne-
gativa contundente de éste a apoyar
una alianza con el PSOE que ha sido
demandada por una buena parte de la
sociedad española y por muchas ins-
tituciones europeas. Una alianza que,
de haberse dado, hubiera configura-
do un Gobierno más estable y homo-
logable en toda Europa que el que po-
dría resultar de la unión de PSOE y
Unidas Podemos. “Usted quiere lim-
piar la basura del PP, pero apuntala
sus gobiernos”, le dijo Sánchez con
cierta acritud al líder de Ciudadanos.
Casi todos los grupos políticos apa-
rentan no querer que se celebren de
nuevo elecciones, pero en el caso de
algunos se trata sólo de una mera
puesta en escena. Nadie quiere que el
electorado pueda pensar que son
unos frívolos, pero tanto en el PSOE
como en el PP tienen la esperanza de
que los españoles añoren el biparti-
dismo, visto el laberinto en el que se
ha convertido la formación de Go-
bierno en España. Y ambos tienen la
esperanza de que, en una nueva cita
electoral, se reduzca en su beneficio,
la representación de Podemos, Ciu-
dadanos y Vox. Y en Podemos temen
que se cumpla esta amenaza a tenor
del empeño que pone Pablo Iglesias
en que Sánchez le vuelva a ofrecer
una vicepresidencia y los ministerios
de Vivienda, Sanidad, Igualdad y
Economía Social. A medida que se
acerca el otoño, la propuesta que en
julio a Iglesias le parecía una humilla-
ción, ahora le parecería buena. Y esto
se explica porque Pablo Iglesias es
consciente a estas alturas de que está
perdiendo el órdago que lanzó. “Aho-
ra pienso, dijo ayer Iglesias, que cuan-
do propuso la coalición no iba en se-
rie (se refiere a la propuesta de junio).
Porque si no lo habría mantenido.
Una coalición no se negocia en tres
días”. En algunos momentos, Iglesias
alternó ayer la súplica con la amena-
za velada. “Le tiendo la mano”, le dijo
el líder morado a Sánchez, al tiempo
que le recordaba que existían ya
alianzas, como la que él propone, en
varios territorios. ¿Si no hay acuerdo,
peligran? En el relato que está cons-
truyendo una parte de la opinión pú-
blica, Iglesias está quedando como el
malo de la película de cara al electora-
do de izquierda. Se está imponiendo
la idea de que al todavía líder de Po-
demos le preocupan más los sillones
que las políticas. Y está tesis la empie-
zan a alimentar incluso algunas fac-
ciones dentro de la formación mora-
da, lo que deja a Iglesias en una situa-
ción aún más incómoda.
El debate de ayer en el Congreso
tenía por objeto inicialmente que el
presidente en funciones informara
sobre los asuntos que se están tratan-
do en Europa, pero todos en la Cáma-
ra eran conscientes de que esto era
sólo un señuelo. Lo que de verdad se
escenificó ayer es la posición de cada
uno de los grupos y no hubo sorpre-
sas. A pocos días para que se acabe el
tiempo, no se vislumbra ninguna po-
sibilidad de que haya Gobierno por-
que las posiciones de unos y otros es-
tán en las antípodas y, además, sus lí-
deres han sido tan categóricos al ma-
nifestar sus posiciones que ya no ca-
ben rectificaciones, sin que supongan
una humillación para el que rectifi-
que. En un país como España en el
que el protagonismo de los líderes ha
acabado pesando más que las propias
formaciones a las que representan
esa rectificación parece imposible. El
Rey ha citado este jueves a la presi-
denta del Congreso, Meritxel Batet,
para preparar una nueva ronda de
contactos, pero todo apunta a que ha-
brá nuevas elecciones en noviembre.
HACIA NUEVAS ELECCIONES/ PABLO IGLESIAS ESTÁ PERDIENDO EL ÓRDAGO QUE LANZÓ. PEDRO SÁNCHEZ LE DA LA ESPALDA
PORQUE ESTÁ CONVENCIDO DE QUE UN GOBIERNO CON UNIDAS PODEMOS ESTARÍA CONDENADO AL FRACASO.
Iglesias, atrapado en su farol
ANÁLISIS
¿Qué estabilidad puede
ofrecer Iglesias a Sánchez
cuando Podemos apoya el
desafío nacionalista?
por Iñaki Garay
Pablo Iglesias camina hacia la tribuna de oradores ayer en el Congreso.
El 89%
de los encuestados
considera negativo
el incremento de las
cotizaciones sociales
Un 61% valora
negativamente
la prevalencia del
convenio sectorial
sobre el de empresa
Un 56%
de los directivos ve
negativo el aumento
del Salario Mínimo
Interprofesional
cuatro meses convivieron tres
normativas diferentes para el
mercado del alquiler.
Los empresarios también
perciben como “especial-
mente perjudiciales” para la
competitividad de sus com-
pañías algunas medidas del
Gobierno relacionadas con el
mercado laboral. Concreta-
mente, el 89% considera ne-
gativo el incremento de las
cotizaciones a la Seguridad
Social, el 61% valora negativa-
mente la prevalencia del con-
venio sectorial sobre el de la
empresa, y el 56%, algo me-
nos, ve negativo el aumento
del salario mínimo.
Un acuerdo con Podemos
El Círculo de Empresarios ve
todavía más negro el horizon-
te si finalmente el PSOE al-
canzara un acuerdo de Go-
bierno con Unidas Podemos.
“Las 370 medidas anunciadas
por el PSOE son cortoplacis-
tas y tienen tintes populistas”,
criticó Iraburu, en referencia
al documento con 370 pro-
puestas de gobierno que los
socialistas plantean para con-
vencer a la formación morada
de un acuerdo. En ese sentido,
añadió John de Zulueta, pre-
sidente del Círculo, “los em-
presarios están más conten-
tos de que no se aprobaran los
Presupuestos de Montero y
sigamos con los de Montoro”.
En su lugar, los directivos
consideran prioritario el dise-
ño de una política económica
que tenga como objetivos im-
pulsar la competitividad, co-
rregir los problemas estructu-
rales y adaptar la economía al
reto demográfico y a la trans-
formación digital. Como rece-
tas para un futuro Gobierno, el
73% pide que las primeras me-
didas giren en torno al diseño
de un sistema fiscal competiti-
vo. “No puede ser que España
sea la décimocuarta potencia
económica y que sin embargo
se encuentre en el puesto 65
en el ránking de competitivi-
dad”, dijo Iraburu.
Editorial / Página 2
JMCadenas