El Mundo - 09.09.2019

(National Geographic (Little) Kids) #1
A C T U A
L I D A D
E C O N Ó
M I C A

17


APROVE-
CHANDO LAS
DIFICUL-
TADES
DE PRISA,
AMBER
CAPITAL SE
HA HECHO
CON CASI UN
30% DE SU
CAPITAL,
PERO PARA
‘EL PAÍS’ NO
ES UN FONDO
BUITRE;
ES UN
ACCIONISTA
DE
REFERENCIA

ide


as


bri


llan


tes


A C T U A
L I D A D
E C O N Ó
M I C A

17


l 17 de julio pasado, el


Tribunal de Cuentas


(refugio de políticos,


muestrario de “endogamia y


enchufismo”) realizó un acto


encomiástico al revocar su senten-


cia del 28 diciembre de 2018 por la


que condenaba, entre otros, a la


exalcaldesa Ana Botella y seis altos


cargos de su Gobierno como


responsables de un quebranto


culpable al patrimonio municipal,


al pago solidario de 22.711.518


euros de principal más los intere-


ses a que hubiere lugar.


La inicua sentencia condenatoria


había sido dictada por Antonia


Lozano, consejera de cuentas a propuesta de IU y vieja amiga y correli-


gionaria de la entonces alcaldesa Manuela Carmena, que estimó que la


venta en junio de 2013 de 18 promociones de vivienda pública por parte


de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) con la aprobación


de los acusados al fondo de inversión Fidere, filial de BlackRock, por 128


millones de euros, un importe inferior a su valor contable, había causa-


do un ”daño real” al patrimonio de la EMVS y, por ende, a la hacienda


municipal. Una operación de la que la alcaldesa y sus colaboradores


eran culpables por haber eludido trámites preceptivos de publicidad y


competencia.


La resolución revocatoria critica en la sentencia tanto la aplicación


inapropiada de la normativa relevante como la torpe interpretación de la


evidencia. Cinco empresas pujaron por los activos de la EMVS y el precio


resultante coincidió con el estimado por un evaluador externo. Natural-


mente, ese precio, en plena crisis del euro, era bajo comparado con los de


la burbuja de 2008 o con los del año pasado, lo cual animó al diario del


Conde a titular mendazmente: “Botella da un pelotazo de 1.000 millones”.


Si el negocio hubiera estado tan claro, ¿por qué Goldman no se atrevió a


pujar? La noticia en medios prisaicos y afines se expresó en términos


como “la mujer de Aznar malvendió vivienda pública a fondos buitre”.


Que la acusación de malversación quedaría en nada era previsible


desde hacía tiempo. La liquidación de activos de la EMVS venía impuesta


por una resolución de la Intervención General del Estado, conocida por


todos. Igualmente contundente fue la posición del Ministerio Fiscal que


instó desde el principio el archivo del asunto. Y un detalle pintoresco


sumamente revelador de los personajes de la comedia: una mágicamente


creada Asociación de Afectados y Afectadas por la Venta de Viviendas


Públicas de la EMVS, personada inicialmente en el procedimiento, optó


por el desistimiento.


Pero una cosa es el resultado final de un proceso, que en todo caso ha


representado un calvario para los injustamente acusados, y


otra muy distinta el eco mediático del procedimiento en


plena campaña de elecciones municipales. Ante la oportu-


nidad de un buen escándalo, ¿por qué el periodismo


amarillo iba a molestarse en investigar la verdad? Ya se


sabe: es la corrupción del PP. Y los voceros de la izquier-


da se han ido calentando en su afán de dramatizar el


daño económico infringido por la derechona a la


EMVS: 30 millones, 50 millones, 100 millones, hasta


120 millones de euros y el pelotazo de 1.000 millones de


La Vanguardia.


Además de licencias aritméticas, licencias de


lenguaje. Amber Capital, Fidere y Melquart, entre


otros, son fondos de estilo de gestión oportunis-


ta, dispuestos a comprar, llegado el caso, empre-


sas en dificultades (a precios atractivos, natu-


ralmente). Según el Manual de Estilo de El País


son entidades de naturaleza muy diferente.


Como Fidere, cuando el PP gobernaba,


compró unos inmuebles a la EMVS, enton-


ces en dificultades, tiene que ser un fondo


buitre. Aprovechando las dificultades de


Prisa, Amber Capital ha ido adquiriendo


acciones hasta ser titular en la actualidad


de casi el 30% del capital de la empresa


mediática. Pero no es un fondo buitre;


para El País, es un accionista


de referencia.


E


Políticamente incorrecto

Error


reparado


Por Alfonso
Carbajo

ace unas semanas


se publicó el infor-


me del Banco de


España sobre el estado de la


economía nacional corres-


pondiente al segundo


trimestre del año. Uno de


los datos más llamativos del


citado estudio es el incre-


mento de los tipos hipoteca-


rios en 30 puntos básicos. Y


digo llamativos, pero no


sorprendentes, porque este


aumento en el coste de las


hipotecas no es más que la


consecuencia lógica y


anunciada por el desbara-


juste producido por los


pronunciamientos judicia-


les en la materia en los


últimos años y por la


aprobación de la interven-


cionista nueva Ley de


Crédito Hipotecario, pro-


mulgada el 15 de marzo y en


vigor desde el pasado 14 de


junio.


Ese aumento de 30 puntos


básicos viene a suponer la


friolera de 211 euros anua-


les para un crédito medio de


125.000 euros, lo que nos


llevaría a tener que pagar


6.330 euros más en intere-


ses para una hipoteca a 30


años.


La mencionada nueva ley


limita la capacidad de las


partes para llegar a acuer-


dos y les impone cláusulas


obligatorias, de modo que


son las entidades financie-


ras quienes tienen que


cargar con los costes de


contratación de la hipoteca


(notaría, registro, gestoría e


impuesto de actos jurídicos


documentados). Además, se


impide la vinculación del


crédito a otros servicios


(habitualmente seguros o


planes de pensiones) y se


prohíben las cláusulas


suelo y las comisiones por


subrogación de hipoteca,


aunque el legislador, teme-


roso de la libre competencia


entre entidades, fija una


compensación en favor de la


entidad que pierde el


crédito y que ha de abonar


el banco subrogante.


Algunos, en sus ilusas


ensoñaciones, pensaban


que todos estos costes de


constitución de las hipote-


cas iban a ser asumidos por


las entidades financieras


sin más consecuencias, que


iban a ser los malotes de


los bancos los que acaba-


rían por salir perdiendo.


Pero lo cierto es que todos,


salvo aquellos incapaces de


ver más allá de sus prejui-


cios ideológicos, ya sabía-


mos —y así lo anuncia-


mos— que los bancos


acabarían por repercutir


estos costes a los clientes, a


los consumidores.


Todas estas felices ocu-


rrencias de socialistas e


intervencionistas acaban


siempre igual: cargan las


culpas a los bancos, las


multinacionales, las eléctri-


cas y demás villanos del


imaginario progre; calien-


tan la cabeza al personal,


prometen nuevas regulacio-


nes y leyes para acabar con


los “abusos y los excesos


del mercado” y, al final,


quienes acaban por pagar


el pato son los de siempre:


aquellos a quienes supues-


tamente pretenden prote-


ger. Ha pasado con la nueva


Ley de Crédito Hipotecario


y pasará también con el


impuesto a Netflix y HBO


para sostener el agujero


negro y ponzoñoso de


RTVE; pasará con la tasa


Google, con las normas de


fijación de precios máximos


al alquiler y con cuales-


quiera otras que traten de


restringir la capacidad de


las partes para llegar a


acuerdos libremente adop-


tados. No son las leyes, ni


mucho menos los excesos


regulatorios, los que prote-


gen al consumidor, sino la


existencia de un verdadero


mercado abierto y competi-


tivo y de un sistema judicial


ágil que permita la rápida


resolución de las diferen-


cias entre las partes. No


hay mejor ley que la que


las partes se dan a sí


mismas en forma de


contrato.


H


Por Javier Jové


Sandoval


El debate fiscal


Populis-


mo hipo-


tecario


Ana
Botella,
absuelta.
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