El Mundo - 21.08.2019

(ff) #1

D E V E R A N O


EL MUNDO. MIÉRCOLES 21
C I E N C I A AGOSTO DE 2019 HOJA Nº^27


La eboraria, el arte de
tallar el marfil, ha
formado parte de la
cultura humana desde la
prehistoria hasta nuestros
días. Los artesanos
orientales son famosos
por esculpir delicadas y
laboriosas piezas de
colmillo de elefante en
talleres que siguen una
tradición milenaria. Pero
en el precio que se paga
por estas figuras y
abalorios no va incluido el
valor que tiene la
supervivencia de este
gran mamífero.
El comercio de esta
artesanía y la caza furtiva
lo acorralan en Asia y en
África. Y a pesar de las
advertencias, aún lo
llevamos puesto. Hace
apenas una semana, una
turista española era
detenida en el aeropuerto
de Nairobi (Kenia) por
poseer un brazalete de
marfil. Un juicio rápido y
una multa de 9.000 euros
permitieron que siguiera
con su viaje. Era «un
regalo» que había recibido
hacía varias décadas,
según la agencia Efe. Su
comercio no está
prohibido en Europa si la
pieza es anterior a 1990,
pero sí en ese país de
África que en estos casos
sólo puede comprobar que
el material procede de un
elefante y, por tanto, no
permite su tenencia.
El llamado oro blanco se
puede comprar en países
como España si va
acompañado de un
certificado que garantiza
su origen, a no ser que la
pieza sea anterior al 3 de
marzo de 1947. En este
caso, no se necesita el
documento siempre que se
pueda demostrar su
antigüedad. Y ahí está la
trampa que favorece su
venta ilegal, como se
denuncia esta semana en la
decimoctava Conferencia
de las Partes (CoP18) de la
Convención sobre el
Comercio Internacional de
Especies Amenazadas de
Fauna y Flora Silvestres
(CITES) que se celebra en
Ginebra, Suiza.
«El comercio de marfil
es una estafa», reza la
campaña keniata que
exige incluir en el
Apéndice de CITES al
elefante africano como


especie en peligro de
extinción y evitar su caza
furtiva. El elefante africano
de la sabana y el de la
selva sólo tienen la
consideración de especie
vulnerable según la Lista
Roja de Especies
Amenazadas de UICN. Su
pariente asiático sí está
catalogado como especie
en peligro de extinción.
Uno de los puntos
importantes que debatirán
los 183 miembros en la
CoP18 de Ginebra es el
cierre urgente de los
mercados nacionales de

marfil. La convención
CITES ya prohibió la
compraventa internacional
en 1998, pero esta norma no
tiene jurisdicción a nivel
nacional. La gran incógnita
es si Japón cerrará este
negocio. No están solos. La
Unión Europea aún se
resiste a acabar con este
comercio en su territorio.
El problema está en los
vínculos entre el comercio
legal de marfil y la caza
furtiva de elefantes y a ello
contribuyen Japón y
Europa. Por ello, la
Coalición del Elefante

Africano, formada por 32
países de este continente,
solicita que se cierren los
mercados nacionales de
marfil en todo el mundo. Se
unen instituciones
ecologistas como WWF, la
Environmental Investigation
Agency (EIA) y Avaaz.
En Vietnam, las redes de
tráfico organizadas
impulsan el comercio ilegal
de vida silvestre a nivel
global. Un informe recién
publicado por EIA da fe de
ello. En 600 incautaciones
realizadas en el país
asiático, se han confiscado
105 toneladas de marfil.
Esto equivale a 15.779
elefantes. Y no es el único
animal que sufre la
matanza. Hay que añadir
los cuernos, las pieles y los
huesos de 610 rinocerontes,
228 tigres y 65.510
pangolines. En África, de
2007 a 2014 fueron
asesinados 144.000
elefantes. Todos los días,
cada 15 minutos muere uno
de estos bellos animales.
La medicina tradicional
china tiene un peso
importante en el tráfico
ilegal de especies. Tigres,
leopardos, rinocerontes y
pangolines son sólo algunas
de las especies amenazadas.
«Eliminarlos de la
farmacopea oficial es un
pequeño paso que podría
dar China para eliminar la
amenaza de la caza furtiva»,

sostiene Debbie Banks, líder
de campaña de EIA.
En Ginebra se han
presentado 57 propuestas
para revisar el nivel de
protección que CITES
otorga a cada especie
amenazada por el comercio
internacional. «España
apoyará de forma decidida
cuantas decisiones se
propongan para contribuir a
detener la pérdida de la
biodiversidad», afirma un
comunicado del Ministerio
para la Transición Ecológica
de nuestro país. En España
se quiere limitar el comercio
nacional de marfil y
establecer cupos para

trofeos de caza de
leopardos, rinoceronte
negro o marjor del
Himalaya. También se
implementa el método de
datación de carbono-14
para analizar la antigüedad
del marfil y evitar el fraude.
La Unión Europea, por su
parte, propone modificar el
nivel de protección del
tiburón mako, los peces

guitarra o el geko tokay. Se
busca un comercio de
especies «sostenible»que
«contribuya a la
conservación global de la
biodiversidad», dice el texto
ministerial.
Para el elefante Zambia
sugiere reducir su
protección y Botsuana,
Namibia, Sudáfrica o
Zimbabue barajan la
posibilidad de mantener el
comercio de marfil
registrado en sus estados a
importadores verificados
por CITES. Burkina Faso,
Costa de Marfil, Gabón o
Kenia quieren aumentar la
protección de los elefantes
de Botsuana,
Namibia,
Sudáfrica y
Zimbabue. Las
desavenencias
retrasan las
decisiones que
se plantearon
en la CoP17.
Mientras el
rinoceronte
blanco muere a
manos de los furtivos,
algunos países quieren
facilitar el mercado de
trofeos o permitir la venta
de ejemplares vivos. Y las
jirafas, que pierden su
hábitat cada día, podrían
ver mejorada su defensa.
República Centroafricana,
Chad, Kenia, Malí, Níger y
Senegal quieren detener
su declive.

‘Los talladores de marfil’, imagen tomada por el fotógrafo Herbert Ponting en 1910 en Japón. HERBERT PONTING / PRINT COLLECTOR /GETTY


La venta internacional se prohibió en 1998.


La convención de especies en peligro


CITES debatirá esta semana en Ginebra


el cierre de los mercados nacionales


legales de ‘oro blanco’ que fomentan


la caza furtiva. El de Japón es el principal


EL COMERCIO


LEGAL DE MARFIL


ACORRALA


A LOS ELEFANTES


POR MAR
DE MIGUEL MADRID

UNA TURISTA ESPAÑOLA FUE


DETENIDA EN KENIA HACE


UNOS DÍAS POR LLEVAR UN


BRAZALETE DE MARFIL: FUE


MULTADA CON 9.000 EUROS

Free download pdf