ECOS - 09.2019

(Michael S) #1

ECOS 9/2019 ENTREVISTA 63


resulta emocionante escuchar a Pedro pedir perdón
en la película a esos artistas con los que se peleó
hace 30 años. Este tipo de detalles te apuñalan por la
espalda. El mayor premio de Dolor y gloria son mis 40
años de relación con Almodóvar.


¿Cómo describirías tu relación con Pedro?
Cómplice. El personaje que interpreto en Dolor y
gloria y la forma de interpretarlo empieza a gestarse
en La piel que habito. Hacía 22 años que no trabajaba
con Pedro, y llegué con una maleta llena de todo lo
que había aprendido, totalmente orgulloso: “Mira,
Pedro, lo que sé hacer. Ya estoy más seguro frente
a la cámara. Mira mi voz. Trabajo de otra manera el
cuerpo...” Y Pedro me suelta: “No me sirve. Fuera.
¿Dónde está Antonio? Toda esa seguridad que has
aprendido con esos otros directores no me interesa
en absoluto”. Me lo tomé como una afrenta y
trabajamos enfrentados toda la película.
Pero cuando llegué a Toronto y vi la película por
primera vez, tuve una revelación, porque Pedro
había sacado de mí un personaje que yo no sabía
que tenía dentro. Eso abrió una reflexión que tiene
mucho que ver con la humildad (se sonríe).


¿Fue con esa actitud con la que volviste a ponerte bajo sus
órdenes?
Exactamente, cuando me llama para Dolor y gloria,
lo primero que le digo es: “No tengo medallas, no
voy de general, soy un soldado raso. A sus órdenes”.
Entonces empezamos a trabajar en la misma
página. Fue completamente distinto. Es jodido,
porque te metes en un espacio de inseguridad
absoluta. Todas esas cosas que sabes que te sirven
y te sacan de problemas, que tienes absolutamente
metabolizadas, no las puedes usar, porque te las
caza. Hubo que depurarlas. Había que matar a
Banderas para dar paso a Almodóvar. Pero yo no
quería imitar a Pedro, de modo que planteé una
interpretación desde la economía. Almodóvar me
dijo: “Si quieres utilizar alguno de mis manierismos,
puedes hacerlo”, pero entonces hubiera sido una
comedia, joder. Pedro me dijo en los ensayos: “Hay
una tristeza en ti que antes no veía y tiene que ver
con tu problema cardíaco. No me lo ocultes. No lo
reprimas, déjalo que se vea en el personaje”. Y ahí
estuvo la clave.


¿Para cuándo un musical con Pedro?
Me encanta el género, y hacerlo con Pedro sería
un lujazo, porque sería especial. Lo ha comentado
alguna vez, ya veremos.


cómplice
, (hier) vertraut
gestarse
, (hier) sich anbahnen,
entstehen
la afrenta
, Affront
la revelación
, Entdeckung; Offen-
barung
la humildad
, (hier) Demut
el soldado raso/a
, (ugs.) einfacher Soldat
es jodido
, (sehr ugs.) es ist
beschissen
metabolizado/a
, (hier fig.) tief innen
depurar
, bereinigen
el manierismo
, (hier) Eigenart
reprimir
, unterdrücken
sería un lujazo
, (ugs.) es wäre
fantastisch
quitarse la espinita
, (hier) endlich seine fixe
Idee realisieren

Biografía
Antonio Banderas se mudó de su Málaga
natal a la capital de España en plena Movida
madrileña para iniciar su carrera en el cine de
la mano de Pedro Almodóvar. En los ochenta
protagonizó hasta cinco películas junto al
reputado director español, que en este nuevo
siglo ha engrosado con tres más.
Mujeres al borde de un ataque de nervios
(1988) le dio una proyección internacional,
que terminaron de apuntalar Madonna,
con su documental Truth or Dare (1991), y el
drama de Jonathan Demme Filadelfia (1993),
donde interpretó al novio de Tom Hanks.
En 1996 se divorció de su mujer, la también
actriz Ana Leza, y contrajo matrimonio con
Melanie Griffith, madre de su única hija,
Stella del Carmen. Ha trabajado bajo las
órdenes de realizadores de la talla de Robert
Rodríguez, Woody Allen, Jonathan Demme,
Alan Parker y Brian De Palma, y encarnado
personajes tan icónicos como el Zorro, el
Gato con Botas y Pablo Picasso. Es el primer
actor español nominado a los Globos de Oro,
los Tony y los Emmy. Pero no se ha limitado
a la interpretación, también ha trabajado
como director, productor y cantante. En 2015
fue reconocido en su país con el Goya de
Honor, y en 2017, con el Premio Nacional de
Cinematografía.

Mientras tanto, te estás quitando la espinita en tu teatro.
Ya te digo. Hace un tiempo solté como un chiste
que había encontrado la manera más romántica
de arruinarme, y ahora se está convirtiendo en
realidad. ¿Has hecho obras en tu casa? Sabes que se
retrasan, que el presupuesto se multiplica... Pues
coge un teatro. Creo que voy a tener que hacer diez
películas para pagarlo.

reputado/a
, angesehen

engrosar
, (hier) vermehren
terminar de apuntalar
, letztlich verstärken
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