Expansión - 09.08.2019

(Sean Pound) #1
Viernes 9 agosto 2019Expansión 3

DIRECTIVOS EN VERANO


En la revista inglesa Standpoint,
Tim Congdon subrayó la impor-
tancia de los Bocconi boys, econo-
mistas italianos ligados al destaca-
do catedrático de la Universidad
de Harvard, Alberto Alesina, y que
tienen o han tenido relación con la
Universidad Comercial Luigi
Bocconi, un centro privado ubica-
do en Milán y especializado en
Economía. La alusión a los Chicago
boys parece clara, porque se trata
de autores que defienden la reduc-
ción de impuestos.
Digamos de entrada que no sor-
prende encontrar pensadores eco-
nómicos relevantes en Italia, el pa-
ís que en el último siglo ha alum-
brado a figuras como Pareto, Baro-
ne o Sraffa. En concreto, Italia ate-
sora una fértil tradición de estudios
innovadores en el campo de la Ha-
cienda Pública.
James Buchanan insistió siem-
pre en que la escuela de la Elección
Pública, que fundó junto con Gor-
don Tullock y otros, es heredera de
hacendistas italianos de finales del
siglo XIX y comienzos del XX. Su
mensaje ha tardado en permear en
el hegemónico mundo de la econo-
mía anglosajona, que todavía no
tiene una traducción de textos tan
importantes como Teoria dell’illu-
sione finanziaria, del gran Amilcare
Puviani, original de 1903, que nues-
tro Instituto de Estudios Fiscales
tradujo y publicó ya en 1972.
Los nuevos economistas italia-
nos desafían los dogmas del pensa-
miento único a propósito de su
principal mantra en los tiempos
actuales: la pérfida austeridad.
Han escrito mucho sobre el tema, y
Alesina, con Carlo Favero y Fran-
cesco Giavazzi acaban de publicar
un libro que reúne sus investiga-

RETRATOS LIBERALES


Alberto Alesina, catedrático de la Universidad de Harvard.

Alberto Alesina


y los ‘Bocconi boys’


Carlos Rodríguez Braun

ciones: Austerity. When it Works
and When it Doesn’t (Austeridad.
Cuándo funciona y cuándo no),
Princeton University Press, 2019.
La doctrina fiscal dominante es
que la austeridad es una mala polí-
tica, y que es mejor afrontar las cri-
sis y los ajustes fiscales como han
hecho, en la práctica, muchos go-
biernos en el mundo: con más im-
puestos. Contra esta tesis se baten
Alesina, Fevero y Giavazzi. Anali-
zan casi 200 casos de consolida-
ción fiscal en una quincena de paí-
ses desarrollados entre los años
1970 y la actualidad.
La evidencia empírica resulta
contraria a las tesis políticamente
correctas pregonadas por doquier.
En efecto, la conclusión es que la
disminución de los déficit median-
te recortes en el gasto público pro-
duce reducciones del PIB menos
acusadas que las que aumentan la
presión fiscal. La austeridad vía el
gasto, por tanto, al revés de lo que
nos han dicho tantas veces, no es
hostil sino propicia para el creci-
miento económico. Como es natu-
ral, su mensaje minoritario no ha
gustado a la ortodoxia keynesiana.
Pero conviene recordar que los
Bocconi boys no abogan en este li-
bro por un Estado más pequeño,
sino solo por reducir impuestos a
la hora de ajustar el déficit fiscal.

Italia atesora una fértil
tradición de estudios
innovadores en el campo
de la Hacienda Pública

La disminución del déficit
vía recorte del gasto es
más eficaz que con una
mayor presión fiscal

blico más joven al género lírico
español, que ha vivido años de
ostracismo. Uno de mis objeti-
vos siempre ha sido represen-
tar algunos títulos destinados a
generaciones más jóvenes (el
20% de la programación)”, ex-
plica Bianco, que por eso insis-
te en programar no sólo títulos
de zarzuela, sino también de
flamenco o pop español –por
ejemplo, Notas del Ambigú es
un ciclo de conciertos que se
celebra en el Ambigú, un espa-
cio que opera como cafetería y
en el que se puede escuchar
música en directo mientras se
toma algo; y los domingos por
la mañana en la sala principal
se celebrarán este año concier-
tos de cámara de música espa-
ñola–. “La idea es abrir el teatro
a otras generaciones y a otros
géneros, democratizar y hacer
representaciones contemporá-
neas y para todos los públicos
de zarzuelas históricas”, explica
Bianco, que con 24 años fue ayudan-
te de escenografía de este teatro.
“Nunca imaginé que llegaría a ser di-
rector artístico del mismo espacio en
el que prácticamente empecé mi ca-
rrera. La vida da muchas vueltas, pe-
ro siempre te lleva hacia donde quie-
res ir”, asegura.
Lo que también ha dado muchas
vueltas es la historia del edificio, aun-
que nunca se ha movido de su ubica-
ción actual. Un incendio destruyó en
1909 el edificio original, que tuvo que
ser reconstruido en su totalidad. Di-
señado por el arquitecto Cesáreo Ira-


Un incendio arrasó en 1909
el edificio original. El actual,
del arquitecto Cesáreo
Iradier, se inauguró en 1913

El equipo gestor actual ha
conseguido que la edad
media del público se haya
reducido en nueve años

EN FORMA DE HERRADURA
La forma de la sala actual es el
resultado de una reconstrucción
del teatro que llevó a cabo el
arquitecto Cesáreo Iradier tras
un incendio que destruyó todo
el recinto original en 1909. El
teatro, que volvió a abrir en 1913,
estrenó la forma de herradura
que tiene hoy, así como tres filas
de balcones y palcos en los
laterales –el número ocho será
bautizado el 7 de septiembre
con el nombre de Montserrat
Caballé; otros se llaman Teresa
Berganza o Plácido Domingo–.
El teatro, que mantuvo su
actividad incluso durante la
Guerra Civil, nació como un
espacio dedicado a la lírica
española, pero a lo largo de su
historia ha visto cómo han
pasado por él otros géneros.
Propiedad del Ministerio de
Cultura desde 1984, hasta el
año 1998 no recuperó el uso
para el que fue creado. Daniel
Bianco, actual director artístico,
mantiene su compromiso con la
lírica española, un concepto que
hoy es más amplio y que no sólo
engloba a la zarzuela.


LÁMPARA DE 600 KILOS Y CAFETERÍA CON MÚSICA EN DIRECTO
La lámpara ‘art decó’ de 600 kilos es una de los objetos más
fotografiados de la sala del Teatro de la Zarzuela, que en 1994 fue
declarado Monumento Nacional. El equipo gestor actual ha tramitado la
solicitud para ser Patrimonio de la Humanidad. Otro espacio que merece
la pena visitar del teatro es el Ambigú, que abre una hora antes de cada
representación y en los entreactos, y donde se puede tomar algo. Con su
propia programación, en el Ambigú hay conciertos íntimos.

dier y reabierto en 1913, el teatro
mantuvo su actividad, incluso duran-
te la Guerra Civil. Los arquitectos
Antonio Vallejo y Fernando R. Dam-
pierre volvieron a hacer una remo-
delación en 1956, cuando el edificio
pertenecía a Sociedad General de
Autores. Tras un periodo en el que se
representaron otros géneros, como
ópera, el Ministerio de Cultura, a tra-
vés del Instituto Nacional de las Ar-
tes Escénicas y de la Música, se con-
virtió en su propietario en 1984. El
presupuesto para producciones con
el que cuenta el equipo gestor actual
es de 6,5 millones de euros.
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