6 ExpansiónMartes 20 agosto 2019
Z
tantes pueden convertirse
en recolectores por un día,
antes de probar el brebaje
que los maestros del té, se-
guramente con más brío
que los turistas, han selec-
cionado.
El esplendor del norte
no termina en Chiang Mai.
De ruta a los designios de
la Unesco, puede detener-
se en Lampang, donde la
forma más tradicional de
contemplar sus casas de
teca y el exterior de sus ta-
lleres de cerámica es en
coche de caballos. Parada
técnica antes de llegar a la joya de la
corona, los parques arqueológicos de
Sukhothai y Si Satchanalai.
El primero data del siglo XIII y es-
tá en el primer reino tailandés verda-
deramente independiente. El par-
que tiene 70 metros cuadrados con
estructuras que solían ser palacios,
templos y casas. Si no se dispone de
todo el día para descubrirlo, no hay
que perderse los principales templos
Wat Mahathat y Wat Si Chum. Me-
nos concurrido es Si Satchanalai, fa-
moso por albergar otro importante
Parque Histórico y producir tejidos
tailandeses hechos a mano.
En ambos parques es especial-
mente atractiva la visita al anoche-
cer, cuando los gigantescos Buda se
iluminan. Al día siguiente puede co-
ger un vuelo al sur, a Krabi, para dis-
frutar de unos días de playa y mirar
al futuro, como las esculturas de Bu-
da, que fijan sus ojos hacia la salida
del sol.
DIRECTIVOS EN VERANO
VIAJES
Nerea Serrano. Madrid
Clases de yoga que prometen la cal-
ma budista, spas donde se replican
técnicas tailandesas, casas de vera-
neo con un Buda en el jardín... Este
movimiento espiritual está tan arrai-
gado en Occidente que conviene un
viaje a una de sus cunas para com-
prenderlo y experimentarlo en ver-
sión original.
El norte de Tailandia es un buen
epicentro de esta energía gracias a
sus relucientes templos budistas, sus
parques arqueológicos Patrimonio
de la Humanidad y las vibraciones
de su vida callejera, con notas de
mercados nocturnos y sabores con-
tundentes.
Chiang Mai, conocida como la Ro-
sa del Norte, es la segunda ciudad
más importante de Tailandia tras
Bangkok. Antigua capital del Reino
Lanna, su esplendor se respira en los
más de 300 templos de la
provincia. Si solo tuviera
oportunidad de ver uno,
sus pasos descalzos (para
entrar en los templos hay
que quitarse el calzado)
deambularían por Wat Doi
Suthep o, mucho más fácil,
el Faro de Chiang Mai, so-
brenombre que recibe por
su ubicación en lo alto de
una montaña. Ser ilumina-
do por este particular faro
dorado obliga a coger un
funicular o ascender los
306 peldaños que culmi-
nan en el recinto. No imagi-
ne un “wat” como una úni-
ca construcción, pues en
estos complejos espiritua-
les conviven desde las pa-
godas, donde se guardan
las reliquias de Buda, hasta
el bot, donde los monjes son ordena-
dos. Sus túnicas anaranjadas deam-
bulan entre turistas, ofrendas en el
suelo y el místico tintineo de las cam-
panas y las ceremonias.
El norte de Tailandia, en versión original
MÁS ALLÁ DE BANGKOK De la ruta de los templos de Chiang Mai a la autenticidad de los restos arqueológicos de Sukhothai.
Doi Suthep es el imprescindible,
pero un viaje por Chiang Mai le lle-
vará también a los templos budistas
de Wat Phra Singh, con uno de los
Budas más venerados del país; Wat
]Imagen del templo de Wat Ban Den, en Chiang Mai,
con el reflejo de las pagodas en el agua.
Doi Shuthep es conocido como el Faro de Chiang Mai ya que se ubica en ]
lo alto de una montaña. Se llega en funicular o tras subir 306 peldaños.
En Wat Phra Singh, en el centro de la ciudad, está uno de los Budas
más venerados del país y destaca por su reluciente pagoda dorada.
Chedi Luang, con una pagoda afec-
tada por un terremoto pero de una
magnificencia asombrosa o a filoso-
far con los monjes en Wat Ban Den,
donde la foto del templo con su refle-
jo en el agua es un must de los insta-
gramers.
Espíritu y cuerpo
El norte de Tailandia alimenta el es-
píritu y el cuerpo... De él se encargan
en algunos de los centros de masajes
más exclusivos como Oasis Spa,
donde es posible elegir entre un con-
tundente masaje de más de una hora
tailandés u otros basados en la aro-
materapia para los occidentales me-
nos atrevidos.
Estimulante es también un paseo
por los mercados de esta región nor-
teña. Puede empezar por Waronot,
el de abastos, y a continuación su-
mergirse en el vibrante mercado
nocturno, con todo tipo de puestos.
La meta final es una de las puertas de
los restos de muralla que quedan en
la ciudad antigua. Después puede
rendirse a la gastronomía local, basa-
da en la carne, los noodles, el arroz y
las sopas. De beber, cerveza local fría
como Chang o Singha.
En Chiang Mai encontrará hote-
les que parecen templos en sí mis-
mos por su esplendor y arquitectura
como Dhara Dhevi, pero puede se-
guir inspeccionando el norte más ru-
ral y menos ostentoso en Lisu Lodge,
con cabañas de fibra vegetal regenta-
das por vecinos de una aldea lisu de
la zona. Aquí la exclusividad es des-
pertarse en mitad de la naturaleza,
desayunar con un buen libro en el
porche o pasear al atardecer por la
laguna de nenúfares.
Estrés cero, tranquilidad uno.
Puede seguir marcando goles a la an-
siedad en la cercana plantación de té
de Araksa, donde le explicarán cómo
el clima ayuda a producir uno de los
mejores tés del país y donde los visi-
Cómo llegar: Qatar Airways
ofrecerá cinco vuelos semanales
a Chiang Mai desde Madrid y
Barcelona vía Doha a partir del 19
de noviembre. Tarifas disponibles
en su web (desde 529 euros ida y
vuelta).
Dónde alojarse: En Chiang Mai,
el hotel Dhara Dhevi Chiang Mai.
Para una escapada rural, en las
montañas adyacentes está el
Lisu Lodge. En Sukhothai puede
quedarse en Sukhothai Heritage.
Dónde comer: Rak Tha Nam,
junto al río, o en el Restaurante
Italics dentro del hotel de diseño
Akyra Manor Chiang Mai.
Qué hacer: Visitar el mercado
nocturno de la ciudad, de lo más
concurrido, y darse un auténtico
masaje tailandés en Oasis Spa.
Guía de viajes
El Parque Arqueológico de Sukhothai es Patrimonio de la Humanidad.