El Mundo - 02.08.2019

(Jacob Rumans) #1

EL MUNDO. VIERNES 2 DE AGOSTO DE 2019
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MUNDO i


FRANCISCO CARRIÓN EL CAIRO^
Estaba llamado a reinar en el fir-
mamento yihadista. Había sido
adiestrado durante años por los
más estrechos vasallos de su pa-
dre, Osama Bin Laden. Y Al Qaeda
había confiando en su pedigrí para
reconciliarse con los muyahidines
desencantados desde la sonora
irrupción del autodenominado Es-
tado Islámico (IS) y seducir a las
nuevas generaciones. Era la gran
baza para recuperar el esplendor
extraviado. Hamza Bin Laden, el
cachorro de 30 años que aspiraba
a ser caudillo de la red fundada por
su padre, no podrá cumplir las es-
peranzas que tantos habían depo-
sitado en él. Los servicios de Inteli-
gencia estadounidenses aseguran
disponer de la confirmación de que
Hamza perdió la vida en un ataque
aéreo del que no han proporciona-
do información concreta.


Según fuentes gubernamentales
citadas por varios medios de comu-
nicación estadounidenses, la pro-
mesa de Al Qaeda habría muerto
en algún lugar y tiempo indetermi-
nado durante los dos primeros
años de la presidencia de Donald
Trump, que juró su cargo en enero
de 2017. Antes incluso de que el pa-
sado febrero el Departamento de
Estado anunciara una recompensa
de un millón de dólares para quien
pudiera proporcionar pistas sobre
su paradero. Por aquel entonces,
según el Pentágono, ni el ejército ni
las agencias de Inteligencia esta-
dounidenses contaban con la veri-
ficación definitiva de su óbito.
Refugiado en la porosa frontera
entre Pakistán y Afganistán,
Hamza vio por última vez a su pro-
genitor cuando tenía 13 años, en el
prólogo de la intervención estadou-
nidense contra los talibán. A partir
de entonces y hasta su muerte en
su escondite de Abbottabad (Pakis-
tán) en mayo de 2011, padre e hijo
se intercambiaron misivas en las
que el joven ensalzaba la obra del
fundador de Al Qaeda y maldecía
la distancia impuesta por motivos
de seguridad. «Cuántas veces he
deseado desde el fondo de mi cora-
zón estar a tu lado. Recuerdo cada
sonrisa que me brindabas, cada pa-
labra que me decías y cada mirada
que me ofreciste», escribió en uno
de aquellos legajos dirigidos a Osa-
ma. Formado por los colaborado-
res de su padre durante sus años
de arresto domiciliario en Irán,


Hamza –que había aparecido, sien-
do un niño, en los primeros vídeos
de propaganda del grupo– volvió a
escena en 2015. El actual líder de
Al Qaeda, el egipcio Ayman al Za-
wahiri, le presentó como «un león
llegado de la guarida de Al Qaeda».
Desde entonces, su voz se había
convertido en habitual del brazo
mediático de la organización, con
sus recurrentes exhortaciones a los
«lobos solitarios» a atentar en Occi-
dente y a los musulmanes a iniciar
una revolución para vengar la liqui-

dación de su padre. Sus mensajes
de audio, sin embargo, dejaron de
divulgarse hace meses. Un artículo
rubricado supuestamente por
Hamza vio la luz el pasado mayo.
Entre julio y agosto de 2017 el jo-
ven escribió una carta, publicada a
finales de aquel año, anunciando el
fallecimiento de Osama, su hijo de
12 años. La misiva no proporciona-
ba detalles de su muerte pero loaba
su «martirio», sugiriendo que per-
dió la vida en un ataque aéreo diri-
gido a su padre. A diferencia de Al

Zawahiri, Hamza jamás criticó en
sus alocuciones a su rival, el IS –na-
cido de una escisión de la propia Al
Qaeda–, en un intento de mantener
intactas sus opciones de reunificar
a la yihad global.
Aunque nunca desempeñó un
cargo oficial en el organigrama de
Al Qaeda, concitaba el consenso
para erigirse en el futuro de la or-
ganización. Su pérdida es un golpe
anímico para un grupo que ha lo-
grado sobrevivir a la retórica y la
fascinación del extinto califato y

retener parte de su telaraña de su-
cursales a pesar de no haber urdi-
do ni inspirado atentados terroris-
tas a gran escala. «A corto plazo
tendrá poco impacto, si tiene algu-
no. Según las informaciones, ha-
bría estado muerto desde hace
tiempo, lo que probaría esto», seña-
la a EL MUNDO Bruce Hoffman,
profesor de la School of Foreign
Service de la Universidad de Geor-
getown y uno de los mayores ex-
pertos en terrorismo del planeta.
«El movimiento sobrevivió al falle-
cimiento de su padre y estoy segu-
ro de que podrá hacerlo al de su hi-
jo. A más largo plazo, sin embargo,
priva a Al Qaeda del tipo de poten-
cial líder futuro que podría dirigir-
se a las generaciones milenial y Z
que el Estado Islámico ha demos-
trado cultivar con más habilidad»,
puntualiza.
En los últimos años, Hamza ha-
bía cooperado con Al Zawahiri pa-
ra reformular el mensaje de Al
Qaeda, en una suerte de reposicio-
namiento con el horizonte del de-
rrumbe del califato declarado por
el IS en Siria e Irak, y preservar los
lazos con los talibán. «Faltan deta-
lles importantes sobre cómo murió

Al Qaeda pierde a su futuro líder


L EEUU confirma la muerte de Hamza Bin Laden, hijo del cerebro del 11-S y gran baza del grupo para conquistar


a la generación milenial del yihadismo L Su misión era hacer sombra al IS para volver a reinar en la yihad global


Cinco esposas. Osama Bin Laden tuvo cinco
esposas, tres saudíes, una yemení y otra siria,
con las que llegó a engendrar hasta 24 hijos. Con
la tercera de ellas, Khairiah Sabar, tuvo a Hamza,
el llamado ‘Príncipe del terror ’, nacido en 1991.

La mujer favorita. En el momento de su
ejecución en Pakistán, Osama Bin Laden estaba
acompañado de Amal al-Sadah. Era la preferida
del terrorista. La joven yemení se casó con él en
el año 2000 cuando apenas tenia 17 años,
mientras que él tenía 43 años.

UNA FAMILIA MUY NUMEROSA


Imagen publicada por la CIA en 2017 de Hamza Bin Laden, hijo del líder de Al Qaeda y futuro heredero al frente de la organización terrorista. AFP


Hamza Bin Laden, con su padre. AL YAZIRA


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Años. Tenía Hamza
cuando vio por
última vez a su
padre, en el prólogo
de la intervención
estadounidense.
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