RELATOS DE PAPANTLA I

(Lucía Laura Muñoz Corona) #1

COSTUMBRES


Anterior al año de 1930, según refi eren algunas personas había mucha
ignorancia. Un niño o niña al nacer era completamente limpio de mente
y de alma, hasta como a la edad de 9 o 10 años, no había malicia en la
mente de un infante, cuando una señora estaba embarazada no se prestaba
atención, si era gorda natural o si iba a tener un bebé ya que lo mismo
era, así que se pasaba por alto el estado físico de las personas; cuando
lloraba un recién nacido, le decían que “la cigüeña” había traído un niño
de Paris y que era un ave grande, de gran pico, muy largo y que traía al
bebé colgado en un pañal, lo dejaba con la que iba a hacer su mamá, era
tal la inocencia del niño que todos los niños buscaban en lo alto del cielo
esperando ver a la cigüeña.


Por otra parte, cuando nacía por medio de comadronas o parteras (como
se decía comúnmente), en ese tiempo existían dos o tres médicos en todo
Papantla uno era el Dr. Buil y el otro el Dr. Téllez, más tarde llegó el Dr.
Carlos Guevara, no toda la gente podía pagar las atención de un médico,
y cuando nacía un bebé la partera se hacía cargo de la paciente hasta los
cuarenta días ella lavaba los pañales, le daba de comer y estaba pendiente
de cuando se le caía el cordón umbilical, ésta le curaba el ombliguito
una vez nacido el niño la madre le daba de comer con su pecho leche
materna, no existían biberones, si la familia era pobre los pañales eran
de trapos viejos bien lavados e incluso hervidos (eran suaves), pero si
las familias eran acomodadas eran de buenos pañales; al recién nacido
le tenían cuidaban su boquita ya que decían que le daba “algodoncillo”,
le limpiaban la boquita con una gasa mojado con aceite rosado, ya que
en el paladar y en las encías tenia pegado algo blanco que le llamaban
“algodoncillo”, y también lo curaban de la “alforra” poniéndole fomentos
con la punta de un jabón o con epazote, la punta del jabón se lo metían en
el ano y también con el cojollo, es decir con lo más tierno del epazote se
envolvían con una tela y hacia una bolita, debía estar calientito ya que con
este tratamiento arrojaba una especie de “semillitas” que traen desde que
nacen y de no hacerlo siempre enfermaría.

Free download pdf