karawanzine

(karawanzine poeticopX_bn9) #1

Cuando llegué a Madrid, recuerdo que decía a mis
amigos que Carabanchel era algo así como un pueblo
dentro de la capital, donde se podía llegar a todos si-
tios andando, donde la gente te saludaba por la calle y
te invitaba a un botellín en el bar de turno, donde eras
amigo del panadero y del peluquero y donde la charleta
diaria con las vecinas nonagenarias era tan placentera
como necesaria. Por suerte, para mí sigue siendo así; si
bien, ya no es la norma.


Pero lo que me entristece de verdad es que la mayor
parte de esos nuevos vecinos que parece que nos han
traído el arte y la cultura al barrio (como aseguró el
multimillonario Fer Francés en esta entrevista) repu-
dian y desprecian ese estilo de vida. Entiendo que su
llegada ha revitalizado algunas zonas; también que han
devuelto la vida a antiguos edificios del polígono de Pe-
dro Díez (perdón, el polígono ISO), pero eso ha signifi-
cado un alza importante de precios y que familias que
llevaban años viviendo de alquiler hayan tenido que
abandonar esa zona porque ha llegado gente dispuesta
a pagar el doble.


Es más, creo que si muchos de estos nuevos vecinos
pudieran volver a la calle Huertas, lo harían encanta-
dos. Porque no sienten la esencia del barrio. Porque
ellos no vinieron a Madrid para vivir en la calle Matil-
de Hernández ni en la calle Chindasvinto. De ahí que se
relacionen en guetos culturales que apenas aportan al
barrio. Porque los han creado por y para ellos. Porque
les da lo mismo Carabanchel que Vallecas que Morata-
laz.
Por eso, si no tienen intención de integrarse, deberían
transitar con la humildad suficiente como para enten-
der que había vida antes de que llegaran, que había
cultura, arte y tejido social antes de que llegaran y que,
además, su llegada está dificultando la vida de muchas
de las familias que vivían aquí antes que ellos.
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