EUMARIA

(AV) #1

Morgan tomó la foto y la introdujo de vuelta en el bolsillo del
detective. Luego le arrebató las llaves del vehículo y caminó en dirección a
Samuel, quien estaba sentado muy cerca de la pistola. Morgan, agachándose
nuevamente, agarró el arma del césped y extendió su mano a Sam para que
se levantara, pero el chico seguía conmocionado por todo lo que acababa de
presenciar.


—Está... muerto —Samuel veía horrorizado cómo Cleman se
desangraba al lado de la puerta trasera de su casa—. El detective... está
muerto.


—Samuel, debemos irnos —dijo Morgan con la mano todavía
tendida.


Al mirar hacia arriba, Sam se percató de que los ojos de Morgan
estaban apagados, casi sin que expresaran sentimientos. Él lo ignoró y se
arrastró apurado en dirección a su mochila, queriendo recoger sus lentes, los
cuales habían caído al suelo en el momento en el que Cleman lo envistió. El
chico titubeó asustado.


—Sí, sí! ¡Solo!... ¡Solo déjame recoger esto!
Después de hacer eso, siguió inmediatamente a Morgan, quien ya
había empezado a caminar hacia el auto de policía. Sam se mantuvo a un
metro de distancia por precaución. Sus piernas todavía le temblaban. El
chico volteó a ver a Cleman por última vez; queriendo hallar algún rastro de
vida en él, pero nada sucedió.


El corazón del detective estaba dando sus últimos latidos. Aun así,
después de que los chicos se fueron, escuchó unos pasos. Robert abrió
lentamente uno de sus ojos y observó una silueta acercándose a él.


—A... melia... ¿Eres... tú? —dijo el detective Cleman exhalando su
último aliento de vida.


Él murió en ese mismo instante, ejerciendo valientemente su labor.
Al fin su cuerpo inerte pudo descansar. Los chicos siguieron caminando
hasta llegar al vehículo. Morgan abrió la puerta, encendió el automóvil, y
tomando la radio policial, dio un informe falso.


—¡Atención a todas las unidades! ¡El sospechoso Morgan Caluti se
encuentra prófugo en las inmediaciones del centro comercial Cuxston; a dos
calles de la universidad Lupedia!

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