››Son reguladores de temperatura, estos no tienen... efectos...
secundarios. Consideren... lo de las bombas... como una muestra de mi
arrepentimiento...
El viejo ya no podía casi articular palabras.
—Ese... es... mi regalo.
Al terminar de decir eso, Magnus murió. Morgan reposó lentamente
la cabeza del anciano sobre el suelo, dejando los chips a su lado. Él se
quedó mirando unos segundos los ojos sin vida del doctor. Luego frunció el
ceño y se levantó decidido. Volteó en dirección a Caluti, y lo miró con
mucho enojo.
El limario caminó unos metros hacia él, con mucha furia en sus
ojos, diciendo con la voz raspada: Caluti, maldito psicópata de mierda,
pensaba mantenerte con vida... pero ahora me queda claro que simplemente
eres una lacra que debo exterminar.
El magnate sujetaba otro control en la mano.
—¡Ya se acabó, muchacho! ¡Aunque me mates ya nada cambiará!...
¡¡¡Solamente observa!!!
Este presionó el botón y la caja gigante se abrió abruptamente desde
sus cuatro lados. Se escuchó un brutal rugido, mientras que el imponente
coloso salía con mucha furia de su interior.
—¿Nordok? ¿Qué sucede con él? —preguntó Kun confundido.
El orain tenía los ojos de un color blanco brillante, y bajo su
camisilla lo rodeaba un cinturón metálico que le daba descargas eléctricas.
—¡Kun, aléjate! —gritó Lu con desesperación. Luego le advirtió—:
¡Ese no es el mismo Nordok que conocimos!... ¡Está siendo controlado por
Caluti! ¡¡Ten cuidado!!
El coloso dio un salto de veinte metros, y ya estando en el aire, juntó
sus puños como un martillo cayendo directamente en la ubicación de
Morgan, pero el chico logró escapar girando unos segundos antes del
impacto.
—Conque... este es el gigante —dijo el limario con el rostro serio
mientras se acercaba a sus compañeros.
En el suelo se formó una enorme grieta y Nordok corrió hacia
Caluti, colocándose frente a él para protegerlo. El magnate se reía a