Mientras esperaban que sus ropas sean lavadas por completo, los
nuevos huéspedes tuvieron que usar remeras, pantalones y medias grises.
La robot Sully fue quien se encargó de proporcionarles esas prendas cuando
estos terminaron de ducharse. Tanto el señor Zilak como las tres mujeres,
no dejaban de maravillarse por la base secreta subterránea.
Los cuatro se encontraban en una habitación que Boldort había
construido para realizar interrogatorios. Esta era absolutamente blanca y
aislada de cualquier sonido externo, con una sola puerta que conducía al
corredor. Había una mesa larga justo en el centro de la habitación, y sillas
de metal selladas al suelo. También se veían banquetas pegadas en las
paredes de los costados, y la pared trasera era totalmente de vidrio y
polarizada. Desde ahí se podía escuchar y observar todo lo que ocurría en el
interior.
Cleman, Lu y Esmeralda estaban sentados del otro lado de la mesa,
con sus rostros completamente serios. Ella fue la única en cambiar de
atuendo; llevaba una campera lila, un pantalón negro y botas moradas.
Zilak, Susan y las chicas sentían intriga y miedo ante las miradas
inquisitivas de la joven y del detective. Había otra habitación detrás de la
pared polarizada, esta contenía pantallas, micrófonos, y un escritorio con
paneles táctiles, los cuales eran controlados por Samuel.
El chico se encontraba con Belton y Návila, quienes observaban y
escuchaban todo lo que sucedía. El agente se encargaba de establecer
comunicación con Cleman, pues su experiencia en el departamento de
policía era más que suficiente para el interrogatorio. Návila estaba a cargo
de monitorear el ritmo cardiaco de Cloe, de Abi y de sus padres; lo hacía
través de unas pulseras que colocaron en sus muñecas.
—A ver, ustedes... ¿Por qué vinieron hasta aquí y cuál es su relación
con Boldort Raxán? —Les interrogó Esmeralda con total frialdad.
Ella leía en su pantalla flotante una lista de preguntas que el
detective Cleman le había proporcionado. Zilak tragó saliva y señaló a
Cloe.
—La madre de esta niña dejó una carta a su hermano Morgan, lo
hizo para que él viniera hasta aquí con ella.
Todos se sorprendieron y abrieron más los ojos al oír eso.