—Luego..., Morgan me explicó que ese hombre era el abuelo
asesinado del señor Boldort.
—Qué interesante, ese chico no me dijo que alguien más lo sabía —
comentó el Raxán.
—Fue accidental —explicó el gemelo.
—Bueno, eso ya no importa. ¡Porque al parecer soy la única que no
se había enterado de nada! ¿Y Bien?... ¿En qué consistía tu trato con él?
—¡Ah! Sí. El muchacho y yo hemos pactado hace nueve años.
Juramos que después de que derrotáramos a Francisco en la SCG, iríamos a
Astoriu para abrir el búnker e intentar convencer a los grises.
››Sin embargo, como saben, ese día nos vencieron y Francisco logró
gobernar por los siguientes siete años. En ese lapso, tanto Morgan como yo
hemos cambiado de parecer. Él, al ver tanto odio y discriminación entre
normales y pigmentados, no pudo evitar pensar en que ambos grupos
éramos los descendientes de unos traidores.
››Morgan concluyó que todos; pigmentados y normales, somos
culpables de las desgracias que vivimos. Él me confesó que no podía dormir
al pensar en eso. También me dijo que cuando lo hacía; cuando lograba
dormir..., las pesadillas lo invadían.
››Todos estos años Morgan ocultó sus demonios mentales para
poder animar a otros, pero a la vez se hallaba muy confundido, porque no
sabía si Eumaria merecía vivir en una paz que se logró a expensas del
confinamiento de los grises.
››El chico soportó solo el estrés postraumático que vivía día y
noche. Yo tuve que medicarlo para aliviar un poco su dolor. A pesar de eso,
él quería matar a Caluti.
››Luego, cuando por fin lo logró, decidió no borrar su memoria y
evitar así sanar, porque, según él, su enfermedad psicológica era “el precio
justo que debía pagar” por haber matado a tantas personas.
››De esa manera, hasta hace unos pocos meses, solo se medicaba
cada vez que se reunía con sus amigos, eso, para que no se le notara la
enfermedad.
››Además de derrotar a Caluti, su verdadera meta siempre fue abrir
el búnker, incluso sabiendo que eso desataría otro infierno en Eumaria, pero