Cancerveza divina
En los versículos de la Santa Biblia de Tel-Aviv cuentan bellas historias
acerca de la cancerveza. Las versiones más antiguas contradicen la
creencia de que se trata de la sangre del Mesías e insisten en la santa
versión de que, en realidad, se trata de la sagrada orina del Husky
Mesías. La cancerveza no se trataría, pues, de sangre, sino de orines
divinos... El autor de este texto no cree que tenga demasiada
importancia el hecho de que se trate de una cosa u otra. Lo importante
es el estado de embriaguez, éxtasis y relax divino al cual son inducidos
los lindos perritos que la consumen. Ese elixir delicioso permite a los
creyentes pasarse el día adormilados, tumbados bajo cualquier
automóvil, sin pegar ni sello, roncando dulcemente y soñando que las
libélulas acuáticas se posan en sus húmedos hocicos para masajear
levemente las hendiduras de su rugosa piel.