LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR
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- Factores debidos al tratamiento inmunosupresor
y a sus efectos nocivos cardiovasculares.
Poco se puede hacer para tratar la enfermedad coro-
naria preexistente en el paciente trasplantado, salvo inten-
tar limitar al máximo su progresión modificando sus hábitos
de vida, así como realizando, entre otras acciones, un control
de la tensión arterial y del perfil lipídico. Sin embargo, sí es
posible actuar para prevenir la mortalidad causada por una
enfermedad coronaria tras el trasplante: se debe evaluar
cuidadosamente a los pacientes candidatos a recibir un tras-
plante renal antes de incluirlos en la lista de espera definitiva
mediante la realización de pruebas funcionales no invasivas
o de una angiografía cardíaca, dependiendo del grupo de
riesgo. El tratamiento, antes del trasplante de lesiones coro-
narias revascularizables, mediante el cateterismo percutá-
neo o la cirugía cardíaca puede prevenir, en gran medida,
la aparición de eventos agudos isquémicos en el inmediato
postrasplante que pongan en riesgo la vida del paciente.
Consultas más frecuentes
¿La enfermedad cardiovascular es un problema relevante en
los pacientes sometidos a un trasplante renal?
La enfermedad cardiovascular es un problema muy frecuente
entre los pacientes trasplantados renales. Puede llegar a afectar a
más del 50% de los casos. Se trata, además, de la primera causa de
muerte en los pacientes con un trasplante renal funcionante.
¿Cuáles son los factores más importantes para desarrollar
una enfermedad cardiovascular en el trasplante renal?
Son básicamente los mismos que los de la población general:
HTA, diabetes, obesidad, dislipemia, estilo de vida sedentario
y tabaquismo, que con frecuencia ya están presentes antes del
trasplante. A ellos se unen factores específicos de la insuficiencia
renal (anemia o hiperparatiroidismo, entre otros) y el uso de fár-
macos inmunosupresores con efectos secundarios nocivos para
el sistema cardiovascular.
¿Es posible prevenir el desarrollo de una enfermedad cardio-
vascular en el paciente con un trasplante renal?
Se puede intervenir de alguna manera en prácticamente todos
los factores de riesgo cardiovascular presentes en el trasplantado
renal, salvo en la edad del donante y del receptor, pero es funda-
mental iniciar esa prevención antes de llevar a cabo el trasplante
mediante estrictos controles de la tensión arterial, la glucemia,
la obesidad o el sobrepeso. Un correcto manejo de los fármacos
inmunosupresores es otra de las medidas posibles para minimizar
el desarrollo de una patología cardiovascular en el trasplantado.
¿Es frecuente la hipertensión arterial tras el trasplante renal?
La HTA afecta a más del 70% de los pacientes trasplantados. Un
alto porcentaje ya sufría HTA antes del trasplante por causas inde-
pendientes de la función renal, por lo que presumiblemente este
problema persistirá. En el resto, los fármacos inmunosupresores y
la funcionalidad del injerto serán las causas principales de HTA.
¿Cómo evoluciona el paciente diabético cuando recibe un
trasplante renal?
La diabetes mellitus no se cura con el trasplante renal. El paciente
necesitará además un tratamiento dietético y farmacológico, fun-
damental para prevenir que la diabetes desarrolle daño sobre
el injerto renal. Tampoco el riesgo cardiovascular asociado con
la diabetes mellitus desaparece tras el trasplante. Incluso puede
incrementarse con el uso de determinados fármacos inmuno-
supresores, por lo que es necesario extremar el control de estos
pacientes para disminuir la aparición de eventos cardiovasculares
tras el trasplante.
Glosario
Cateterismo: conjunto de procedimientos con finalidades de
diagnóstico o tratamiento, cuyo factor común es que se realizan
mediante la inserción de un catéter en el sistema vascular, hacién-
dolo avanzar hasta las estructuras que se van a estudiar o tratar.
Diabetes mellitus: enfermedad causada por la alteración del
metabolismo de la glucosa. Conlleva una elevación de los niveles
de glucosa en la sangre.
Diálisis: tipo de terapia de sustitución renal usada para proporcio-
nar un reemplazo artificial a la función perdida del riñón debido
a un fallo de este órgano. Es un tratamiento de soporte vital y no
trata ninguna de las enfermedades del riñón.
Enfermedad coronaria: alguna de las tres entidades (angina de
pecho, infarto de miocardio o muerte súbita) que se producen
por la obstrucción de una o varias de las arterias coronarias que
rodean el corazón a modo de corona y que lo nutren. En realidad,
la cardiopatía isquémica y la enfermedad coronaria son el mismo
conjunto de esas tres entidades.
Estenosis: referido a las arterias, significa que existe un determi-
nado grado de estrechamiento u obstrucción en su interior pro-
vocado por las placas de ateroma.
Hiperlipidemia/dislipemia: denominación que reciben diversas
condiciones patológicas cuyo único elemento común es un cam-
bio del metabolismo de los lípidos, con la consecuente alteración
de las concentraciones de lípidos y lipoproteínas en la sangre.
Hiperparatiroidismo: alteración en la cual las glándulas parati-
roideas segregan mayor cantidad de hormona paratiroidea, regu-
ladora del calcio, el magnesio y el fósforo en la sangre y el hueso.
Hipertensión arterial: aumento de presión de la sangre en el
interior de las arterias. Puede producirse como consecuencia de