DE_2009_salud_cardiovascular

(tlittels) #1

LIBRO DE LA SALUD CARDIOVASCULAR


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comienzo del tratamiento, pero dirigida por los cultivos de
sangre después, y que irá acompañada de un soporte con-
tinuo y activo, con oxigenoterapia e infusión de líquidos
intravenosos y fármacos vasoactivos, si fueran necesarios,
para mejorar su pronóstico.
Con respecto a otros tratamientos (como los cor-
ticoides y algunos productos que antagonizan ciertos
mediadores inflamatorios o modulan su actividad), hay
que decir que no han sido capaces de mostrar una clara
eficacia o se encuentran todavía en fase experimental.
Por todo ello, el tratamiento actual de una sepsis
requiere un modo de actuación activo y continuado, pro-
pio de una unidad de cuidados intensivos.


Aspectos específicos del riesgo cardiovascular en
la sepsis


Los acontecimientos que se desarrollan en las sepsis pue-
den afectar de manera muy diversa al corazón y crearle


problemas de distinta consideración, como, por ejemplo,
insuficiencia cardíaca o isquemia miocárdica.
Aunque los productos liberados por los microbios
y el huésped, en el curso de su lucha interna, tienen toxi-
cidad cardiovascular directa, conviene decir ahora que, en
los estados de sepsis, quizá son más frecuentes las conse-
cuencias indirectas para el corazón de algunos hechos clí-
nicos inherentes al SIRS.
En este contexto, la taquicardia y la fiebre, propias
del SIRS, aumentan las necesidades de oxígeno del cora-
zón, lo que puede llevarlo a un estado de claudicación
funcional cuando tiene una reserva miocárdica o corona-
ria previamente deficitaria. Se genera así una situación de
insuficiencia cardíaca, con todo su cortejo sintomático (dis-
nea, edemas, oliguria) o, en otras ocasiones, con síntomas
propios de la isquemia coronaria, como el dolor opresivo
en el área precordial, característico de la angina de pecho y
el infarto de miocardio.
De hecho, la infección, sobre todo en la vía respi-
ratoria, es quizá la causa más frecuente de insuficiencia
cardíaca aguda secundaria en personas mayores que tie-
nen una reserva cardíaca disminuida. Esta situación es
particularmente común cuando el paciente que sufre la
infección presenta, además, una arritmia muy habitual en
ancianos con patologías previas del corazón: la fibrilación
auricular.
En esta arritmia del corazón, el incremento de la
frecuencia cardíaca que conlleva la gran mayoría de los
estados de SIRS resulta particularmente mal tolerado,
condicionando con muchísima facilidad la aparición de
una insuficiencia cardíaca e, incluso, el desarrollo de una
angina de pecho hemodinámica.
En estados avanzados de sepsis, coincidiendo con el
acúmulo de toxinas microbianas en la sangre y la activación
masiva de la respuesta inflamatoria del huésped, se inicia
una serie de fenómenos vasculares en la circulación capilar,
cuya progresión conduce, sucesivamente, al shock y al FMO.
Durante todo el proceso tiene lugar una serie de disturbios
en la funcionalidad del corazón y de otros órganos.
Al comienzo de una sepsis grave se suele apreciar
un aumento del número de respiraciones por minuto
(taquipnea) con algún hecho de alteración sensorial, que
puede ir desde una ligera inatención o somnolencia, al
estado de estupor o precoma, problemas que se añaden a
los síntomas que caracterizan al SIRS.
Posteriormente, comienza a desarrollarse el shock
séptico. Las razones últimas de cómo se produce no están

La infección, sobre todo en la vía respiratoria, es quizá la causa más
frecuente de insuficiencia cardíaca aguda secundaria en personas
mayores que tienen una reserva cardíaca disminuida.

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