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CÓMO SE COMUNICAN ELÉCTRICAMENTE LAS CÉLULAS DEL CORAZÓN
algunas células cardíacas presentan canales especiales
que van dejando pasar cargas positivas de forma conti-
nua desde el exterior. Es decir, hay células que tienen unos
canales iónicos que nunca se cierran por completo. Al no
cerrarse, provocan que pequeñas cargas positivas desde el
exterior de la célula (donde abundan en mayoría los iones
positivos) entren continuamente a su interior, haciendo
que la carga eléctrica del interior de la célula vaya poco a
poco acercándose de los –80 mV de reposo a –60 mV. En
el momento en que la carga eléctrica de la célula llegue a
–60 mV, los grandes canales de sodio se van a abrir y ten-
drá lugar la inundación masiva de la célula de cargas positi-
vas (principalmente de sodio y calcio), transmitiéndoselas
por poros a las células de alrededor. Así, una única célula
o grupo pequeño de células en el nodo sinusal es capaz
de generar todo el ritmo del corazón. Como este tipo de
células se encuentra en la aurícula derecha en la región del
nodo sinusal, llamaremos al ritmo cardíaco normal que se
genera allí ritmo sinusal. Este ritmo es muy fácil de identi-
ficar en el electrocardiograma y nos permitirá conocer si
un paciente tiene un ritmo cardíaco normal (sinusal) o un
ritmo no normal (arritmia).
Las células capaces de generar espontáneamente
actividad eléctrica son denominadas células automáticas.
Existen varias zonas del corazón con células con capa-
cidad automática. Las que se autoactivan más rápida-
mente son las sinusales, pero hay otras, como las células
del nodo auriculoventricular, que también son capaces
de autoactivarse. Sin embargo, en condiciones normales,
todas estas zonas no se autoactivan más allá de 40 veces
por minuto, por lo que su actividad es habitualmente
suprimida por los frentes eléctricos provenientes de la
activación sinusal, que ocurre más rápidamente entre los
50-80 lpm en reposo.
El automatismo del nodo sinusal —es decir, el meca-
nismo que determina la frecuencia cardíaca en condiciones
normales—, responde a las necesidades de nuestro orga-
nismo aumentando la frecuencia cuando realizamos ejer-
cicio o en situaciones de estrés. Lo contrario ocurre cuando
dormimos. Esto se consigue gracias a que el tiempo que
tarda la autoactivación de dichas células (el paso espontá-
neo de –80 mV a –60 mV) varía en función del nivel en la
sangre de hormonas relacionadas con el esfuerzo (cateco-
laminas). Así, cuando se hace ejercicio, o ante situaciones
de estrés, el cuerpo libera muchas catecolaminas a la san-
gre y éstas acelerarán la autoactivación del nodo sinusal y
con ello la frecuencia cardíaca. En situaciones de reposo o
durante el sueño, la presencia de bajas cantidades de cate-
colaminas en la sangre condicionará que el nodo sinusal se
active más lentamente. Esto se produce porque las cate-
colaminas modifican de forma casi inmediata los canales
iónicos, haciéndolos más o menos permeables a las cargas
eléctricas positivas del exterior celular y, con ello, acele-
rando o retrasando la autoactivación de las células auto-
máticas del nodo sinusal.
Consultas más frecuentes
¿Por qué late el corazón a un ritmo independientemente de lo
que la persona quiera?
Porque las células cardíacas son capaces de generar latidos de forma
espontánea y automática sin conexión con la parte de nuestro cere-
bro que controla la consciencia. Crean latidos mediante la autoge-
neración de pequeñas descargas eléctricas que luego transmiten al
resto del corazón de forma casi inmediata y muy sincronizada.
¿Por qué cuando alguien está nervioso nota más rápido y más
fuerte el corazón?
Porque el número de latidos por minuto y la fuerza de la con-
tracción del corazón dependen de la cantidad en la sangre de
las hormonas del esfuerzo y el estrés del cuerpo, llamadas cate-
colaminas. Así, ante una situación de nervios, se liberan muchas
catecolaminas a la sangre y éstas afectan a la electricidad (latidos
por minuto) y a la contracción (fuerza) del corazón, acelerándolo y
aumentando el vigor de sus contracciones.
Electrocardiograma normal que muestra un ritmo cardíaco sinusal
normal, con un retraso (intervalo auriculoventricular) entre aurículas
(ondas P) y ventrículos (ondas QRS) normal de 0,2 s y un tiempo de
activación de los ventrículos (onda QRS) normal de 0,1 s.
Onda P Onda QRS
Intervalo AV