515
El diagnóstico definitivo de disección se lleva a
cabo mediante una prueba de imagen: la ecocardiografía
(convencional o transesofágica), la tomografía axial com-
putarizada (TAC) o la resonancia magnética (RM). Mediante
estas pruebas se puede llegar al diagnóstico de disección
al documentar la presencia de una aorta con dos luces o
canales separados por un septo que recibe el nombre de
colgajo de la disección o flap (en inglés). De estas técnicas,
la más utilizada es la TAC.
Tratamiento de los pacientes con disección
El tratamiento de las disecciones aórticas agudas que afec-
tan a la aorta ascendente (tipo A) es quirúrgico y es una
indicación de cirugía urgente. El objetivo del tratamiento
quirúrgico es sustituir la aorta ascendente y la válvula aór-
tica (cuando esta última está afectada). En ocasiones, tam-
bién se debe sustituir una parte o la totalidad del arco aór-
tico. La supervivencia tras la intervención depende de la
experiencia del equipo quirúrgico y de la situación clínica y
hemodinámica del enfermo antes de someterse a ella. Por
esta razón, la cirugía debe acometerse inmediatamente
después de haber efectuado el diagnóstico, antes de que
el paciente se deteriore clínicamente.
El tratamiento médico está indicado en la disección
aguda de la aorta descendente (tipo B) no complicada. En
esta forma de disección, la cirugía sólo está indicada en
una de estas situaciones: dolor persistente o recurrente
con inestabilidad hemodinámica, isquemia visceral (renal,
intestinal, etc.), aumento progresivo del diámetro de la
QUÉ ES Y CÓMO SE PRODUCE LA DISECCIÓN AÓRTICA
(tipo A), en tanto que el dolor localizado en la espalda o en
el abdomen es más frecuente en la disección de la aorta
descendente (tipo B).
Es habitual que se produzca la obstrucción secun-
daria de las ramas aórticas por el falso canal, lo que puede
provocar diferentes signos y síntomas que a veces difi-
cultan el diagnóstico por semejanza con los síntomas de
un accidente cerebrovascular, paraplejia, isquemia renal,
isquemia de extremidades, isquemia abdominal, infarto
de miocardio, etc. Sin embargo, y a pesar de que los sig-
nos clínicos puedan ser suficientemente específicos para
apoyar el diagnóstico de disección, también pueden pre-
sentarse de manera muy sutil o inexistentes, aunque la
disección sea extensa. El signo más característico de la
disección aórtica es la ausencia, disminución o asimetría
de los pulsos arteriales (sobre todo, el de la extremidad
inferior izquierda), que está presente en la mitad de los
pacientes. El soplo de insuficiencia aórtica se ausculta en
aproximadamente el 50% de los casos con disección y
sugiere que el segmento aórtico involucrado es la aorta
ascendente (disección tipo A).
Diagnóstico de la disección de la aorta
Para establecer un diagnóstico rápido y exacto es funda-
mental un alto índice de sospecha por parte del médico.
Los tres factores clínicos más frecuentemente asociados
son:
- Antecedentes de hipertensión arterial grave o de
una enfermedad del tejido conectivo, como puede
ser el síndrome de Marfan. - Comienzo súbito de un dolor torácico muy intenso.
- Presencia de un soplo de insuficiencia aórtica en
la auscultación cardíaca o asimetría en los pulsos
periféricos durante la exploración del paciente.
A diferencia de los enfermos con angina o infarto,
el electrocardiograma suele ser normal. De hecho, la pre-
sencia de dolor torácico muy intenso con un electrocardio-
grama normal debe hacer sospechar del diagnóstico de
disección, sobre todo si en la radiografía de tórax se obser-
van signos sugerentes de dilatación aórtica. En la analítica
de estos pacientes suelen estar normales las enzimas que
se elevan durante el infarto de miocardio (creatincinasa y
troponinas), mientras que otros parámetros (los D-dímeros
o productos de degradación de la fibrina) están habitual-
mente elevados.
Preparación anatómica de la aorta ascendente de un paciente con un
hematoma intramural aórtico.